Mucho más que la madre de Margaret Qualley

Aunque ahora sea más conocida como la madre de Margaret Qualley, una de las jóvenes actrices del momento en Hollywood por ser la otra mitad de Demi Mmore en La sustancia (2024) y por sus películas con Yorgos Lanthimos (Pobres criaturas, Kinds of Kindness), lo cierto es que hubo un tiempo en que Andie MacDowell era la estrella que todo el mundo quería tener en su comedia (romántica). Eran los tiempos de las excelentes St. Elmo’s Fire (1985), Sexo, mentiras y cintas de video (1989), Matrimonio de conveniencia (1990), Atrapado en el tiempo (1993) y Cuatro bodas y un funeral (1994).

Andie MacDowell está a punto de cumplir 67 años y en Pacto de sangre (Red Right Hand) (2024) interpreta a una sádica e implacable líder de una banda de traficantes de droga que opera en un pequeño pueblo en lo más profundo de Kentucky. Esta señora la llaman Big Cat y es como Shelley Winters en Bloody Mama (1970), la cinta de culto dirigida por Roger Corman sobre una matriarca con trastornos psicológicos que lidera un grupo de inadaptados ladrones de bancos.

Andie MacDowell emulando a Shelley Winters es lo último que nos podíamos esperar, pero ahí está la actriz diciendo frases como “no hay nada que se me resista” y afirmando convencida “sé que puedo ser una auténtica zorra”.  En un momento especialmente tenso le corta un dedo a un pobre que ha metido las narices en su negocio y en varios, a lo largo de la película, pone en su sitio al tipo duro que interpreta Orlando Bloom, el protagonista de esta entretenida y sin pretensiones serie B de acción que se puede ver en Movistar +.

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