Megan Fox es el gran fichaje de la cuarta entrega de la saga Los Mercenarios.
Megan se convierte en la primera estrella femenina de la franquicia y eso es mucho decir en una saga que arrancó en 2010 y siempre ha estado dominada por hombres: un mundo controlado por «mercenarios» tan duros como Sylvester Stallone, Jason Statham, Jet Li, Dolph Lundgren, Eric Roberts, Mickey Rourke, Liam Hemsworth, Jean-Claude Van Damme, Chuck Norris, Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger, Antonio Banderas, Harrison Ford, Mel Gibson, Wesley Snipes, Glen Powell, Kellan Lutz, Andy Garcia, 50 Cent y Kelsey Grammer (que son todos los actores que han pasado por la serie cinematográfica).
Pero Megan es mucha Megan y a sus 37 años sigue tan rebelde como siempre. Todo el mundo recuerda cuando fue despedida después de la segunda película de Transformers porque comparó a su director Michael Bay con Adolf Hitler. Pero en su diana también ha estado Wonder Woman, «una superheroína tonta», y Hollywood, «lo más superficial del mundo».
Aunque de sus infinitas declaraciones salidas de tono, lo que quizás le ha costado una carrera en Hollywood más firme, la más curiosa es la que se refiere a su miedo a volar en avión y su manera de superar ese pánico.
«Al cumplir los 20 años desarrollé de pronto un terrible miedo a volar. Así que me propuse buscar una manera de contrarrestarlo porque no quería sufrir ataques de pánico cada vez que me subía en un avión. Tengo muy claro que no está en mi destino morir escuchando una canción de Britney Spears, así que siempre que voy en avión escucho un tema de ella».
