La nueva película del legendario cineasta se presentó este fin de semana en Los Angeles en un pase privado para más de 300 invitados. Unos 20 años después de que echara raíces en la imaginación de Coppola, Megalópolis se proyectó por primera vez. La presentación se organizó en el Teatro Imax de Universal CityWalk. La cinta se proyectó para compradores y distribuidores de cine y contó con la asistencia de muchos invitados cercanos al director entre los que se incluía a Anjelica Huston, Nicolas Cage, Andy García, Spike Jonze, Al Pacino, Jon Favreau, Colleen Camp, Roger Corman, Darren Aronofsky, Cailee Spaeny y los miembros del reparto Shia LaBeouf y Talia Shire.
La nueva película de Coppola es una simple historia de amor repleta de ideas que fusionan el pasado con el futuro, una fábula épica y muy visual que se reproduce perfectamente en una pantalla IMAX. Coppola no es ajeno a ese cine legendario donde, detrás de la premisa central, giran temas complejos. En este caso, el cineasta cuenta la historia en dos horas y 13 minutos.
Un desastre provoca la destrucción de una metrópolis similar a la ciudad de Nueva York y tiene que ser reconstruida en el futuro. Dos arquitectos se posicionan para la reconstrucción: por un lado está el ambicioso idealista Cesar (Adam Driver). Por el otro está su gran enemigo, el alcalde de la ciudad, Frank Cicero (Giancarlo Esposito). El debate gira en torno a si abrazar el futuro y construir una utopía con materiales renovables, o adoptar una estrategia de reconstrucción clásica, repleta de hormigón, corrupción e intermediación de poder a expensas de una clase baja inquieta. En medio de su lucha se encuentra Julia (Nathalie Emmanuel), la hija del alcalde, una joven de la elite que se enamora de Cesar al más puro estilo Romeo y Julieta.
No es coincidencia que los nombres parecen sacados directamente del Imperio Romano. Coppola acude a la historia de las civilizaciones para contar una historia que advierte sobre lo que puede suceder cuando ese espíritu humano que está a la altura de las circunstancias es desafiado por la codicia, la corrupción y el narcisismo que ayudaron a derribar el Imperio Romano. El choque no podría ser más oportuno en un año electoral en Estados Unidos y un momento de mayor polarización, con información errónea destinada a influir en el público y en la política. El reparto incluye a Jon Voight, Laurence Fishburne, Aubrey Plaza, Shia LaBeouf, Chloe Fineman, Kathryn Hunter, Dustin Hoffman, D.B., Sweeney, Jason Schwartzman, Baily Ives, Grace Vanderwaal y James Remar.
Coppola ha estado desarrollando la historia original de esta película durante casi 30 años, hasta el punto de perder 40 kilos para aumentar su resistencia y poder completar el guión. El cineasta de 84 años dijo que a pesar de que es una película “grande y difícil”, de ninguna manera va a ser su despedida. De hecho, su próximo proyecto es lo que llevó a Coppola a dar por terminada Megalópolis. “Una forma de saber que estaba terminada es que comencé a trabajar en una nueva película”, dijo Coppola.
Según ha explicado su protagonista, Adam Driver, su personaje Cesar está inspirado en parte en el propio escritor y director Coppola. “Esta película es indefinible, la tienes que ver. No hay muchos precedentes al respecto y es salvaje a gran escala, que es lo que la hace realmente única”.
Coppola ya había adelantado que la película se estrenaría a principios de 2024. Se espera que debute en Cannes en el circuito de festivales.
La presentación en Universal
El realizador dio la bienvenida a sus 300 invitados diciendo: “Queridos amigos. Creo en Estados Unidos. Si pudiera dejarles con un pensamiento después de que vean mi nueva película, sería este: Nuestros fundadores tomaron prestados una Constitución, una Ley Romana y un Senado para su gobierno revolucionario sin un rey, por lo que la Historia Americana no podría haber tenido lugar ni haber tenido éxito como tal, lo hizo sin aprendizaje clásico que lo guiara”. Coppola es, sin lugar a dudas, uno de los más grandes cineastas vivos y con Megalópolis, aparentemente, está haciendo algo arriesgado y memorable. La multitud en CityWalk se concentró con anticipación para ver lo que se había estado filtrando en la mente de un maestro durante décadas. Puede que ocurra lo mismo que con Apocalypse Now o con su cosecha de vino; es necesario que reposen en el paladar de su audiencia. Ningún otro cineasta pondría en juego 120 millones de dólares de su propio dinero, si no estuviera seguro de lo que hace y de la expectación derivada. El mundo está listo para esta película, Coppola, por fin, también está listo.
TEXTO: María Estévez (Los Angeles)