El capítulo primero se titula Blame It on the Rain (Échale la culpa a la lluvia), pero en España se llama Milli Vanilli porque arranca precisamente con el funeral de José Menendez y su esposa Kitty, los padres de los hermanos protagonistas, asesinados a tiros el 20 de agosto de 1989 en su mansión en el 722 de North Drive en Beverly Hills. Y en ese funeral suena, a petición de Lyle Menendez, la canción de Milli Vanili Girl I’m Gonna Miss You. Más o menos un año después se destapó el gran fraude del dúo musical. Morvan y Pilatus no eran los verdaderos cantantes, actuaban en playback sobre canciones interpretadas por otras personas. Blame I ton the Rain es el título de otros de los éxitos del grupo… que nunca cantaron.
Lyle le pide a un primo suyo que para entender un poco lo que ha pasado vea la película Hombres frente a Frente (At Close Range) (1986), la historia de un adolescente (Sean Penn) que tiene como padre a un violento criminal (Christopher Walken).
El padre de los Menendez, interpretado por Javier Bardem, construye su fortuna en el mundo de la música gracias a entre otros el grupo musical infantil Menudo, que triunfó entre los años 1977 y 1990. En el momento que retrata la serie, un Ricky Martin de 12 años era miembro del grupo, donde estuvo cinco años, desde 1984 hasta 1989. José Menendez era de ascendencia cubana y tiene gracias oír decir a Bardem que entre sus planes está en mandar a Fidel Castro “a tomar por culo”.
En la decisiva escena en la que vemos a la familia pasar una jornada en un barco en alta mar para pescar tiburones, se nombra la película Conexión Tequila (Tequila Sunrise), porque el yate que alquilan se utilizó para el rodaje de esa película de 1988 dirigida por el guionista Robert Towne y con tres de las más grandes estrellas de la época: Mel Gibson, Michelle Pfeiffer y Kurt Russell. Los hermanos Menendez dicen que la actriz rubia es lo más… y lo era. Las brujas de Eastwick (1987), Casada con todos (1988), Las amistades peligrosas (1988), varias nominaciones al Oscar y luego el famoso No a protagonizar El silencio de los corderos…. Mel Gibson, por su parte, había hecho Arma Letal (1987) y era el actor del momento, no había nadie como él. En el momento del barco, se acababa de estrenar Arma Letal 2. Fue el 7 de julio de 1989. Y Kurt Russell era el tipo duro novio de Goldie Hawn y héroe de acción en Golpe en la pequeña China (1986). Tango y Cash, su película del año, se estrenaría en diciembre de 1989, cuatro meses después de los asesinatos.
Meses después de los asesinatos, los hermanos celebran Halloween porque es la fiesta preferida de Lyle Menendez. En la calle se cruzan con gente disfrazada de Michael Jackson como sale en el legendario videoclip Thriller. Cuando un niño le pregunta a Lyle de qué va él, contesta que de Tom Cruise en Cocktail. Esa película se había estrenado el 29 de julio de 1988, más de un año después de los acontecimientos que estamos viendo, pero seguía siendo muy popular y todo el mundo recordaba a Tom Cruise haciendo malabarismos como el arrogante barman Brian Flanagan. Cocktail no es precisamente la película preferida del actor. En una ocasión declaró diplomáticamente que “no salió exactamente como queríamos”. Más directa fue la actriz Kelly Lynch: “tal y como me temía, acabé siendo las tetas y el culo de la película”. Por lo menos puede presumir de estar en la lista de «Las 100 películas más divertidas y malas jamás realizadas» en el libro de John Wilson The Official Razzie® Movie Guide. Para rematar la jugada, fue nominada a cuatro premios Golden Raspberry, incluido Tom Cruise como peor actor y Roger Donaldson como peor director y ganó dos Razzies, peor película y peor guion.
En un momento dado, Erik Menendez recuerda a su padre y comenta que “tenía tanta influencia como Steven Spielberg y Martin Scorsese”. En 1989, Spielberg estrenó dos películas: en mayo Indiana Jones y la última cruzada y en diciembre Always. Scorsese, por su parte, venía de la enorme polémica que causó La última tentación de Cristo (1988) y en esos momentos rodaba en Nueva York Goodfellas (Uno de los nuestros).
Lyle y Erik Menendez declararon que se les ocurrió el plan de asesinar a sus padres viendo en televisión la miniserie Billionaire Boys Club (El club de los jóvenes millonarios) (1987), protagonizada por Judd Nelson. Una trama inspirada en la historia real de Joe Hunt, condenado por matar al padre de uno de sus socios y, al igual que los hermanos Menendez, sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional. En 2018 se rodó una nueva versión de la historia en forma de película con Ansel Elgort, Kevin Spacey, Emma Roberts, Jeremy Irvine y Taron Egerton.
Tras el asesinato de sus padres, los hermanos, según la serie, fueron al cine a ver Batman (1989), estrenada en el verano de 1989 y la película del momento gracias al equipo formado por Tim Burton, Michael Keaton, Kim Basinger y Jack Nicholson. En ese mismo cine vemos que también proyectan la tercera entrega de Karate Kid y Field of Dreams (Campo de sueños). En realidad, la película que fueron a ver fue Licencia para matar, la segunda de Timothy Dalton como James Bond, estrenada ese mes de julio de 1989. El por qué de ese cambio de títulos se puede deber a un problema de derechos. Es muy probable que Barbara Broccoli se negase a que la película apareciese en una serie tan truculenta y que se relacionase a 007 con los hermanos asesinos. Sobre todo, porque, efectivamente, eran fans del agente secreto. Es más, antes de matar a sus padres, los dos chicos estuvieron viendo La espía que me amó (1977), cuyo famoso y estupendo tema principal viene a decir que Nadie lo hace mejor (Nobody Does it Better). En su primera declaración a la policía, Lyle y Erik apuntaron a sicarios de los cárteles de la droga como posibles culpables del doble crimen. En Licencia para matar, James Bond se enfrenta al narcotraficante sudamericano Franz Sanchez (Robert Davi).
“Esas cosas no pasan en Beverly Hills”, dice cabreado el jefe de la policía. Un asesinato tan salvaje entre la gente privilegiada de la zona es un asunto muy feo y hay que resolverlo rápido. Como apunta el oficial, en esos momentos la imagen del departamento de policía de Los Angeles estaba pasando un mal momento por culpa de una celebrity de lo más respondona: Zsa Zsa Gabor (1917-2016). El asesinato de los Menendez empeoraba la racha. Gabor era muy guapa, actriz por decir algo (sale brevemente en Sed de mal, rodada por Orson Welles en 1958, John Huston la sacó guapísima en 1952 en Moulin Rouge y estuvo a punto de ser Miss Caswell en Eva al desnudo (1950), pero Marilyn Monroe fue elegida en su lugar) y sobre todo adicta a las fiestas, a los hombres (se casó nueve veces, entre ellas, con el empresario hotelero Conrad Hilton, con el que tuvo una hija, y con el actor George Sanders) y a los escándalos (ella y sus famosas hermanas, Magda y Eva, acumularon un total de 20 matrimonios). Nota aparte: el hijo mayor de Conrad, “Nicky”, fue el primer marido de Elizabeth Taylor, y el mediano, Barron, el abuelo de Paris Hilton. El caso es que, por culpa de Zsa Zsa, el cuerpo de policía había quedado como un grupo de incompetentes y el caso Menendez iba camino de agravar la situación.
En junio de 1989, meses antes del asesinato del matrimonio, la temperamental Zsa Zsa, flamante Miss Hungría en 1936, fue arrestada por darle un guantazo al policía Paul Kramer. El agente paró el Rolls-Royce que conducía ella por Beverly Hills al comprobar que la matrícula estaba caducada. El breve juicio fue muy publicitado, demasiado para el jefe de policía, poco para ella, y terminó con una multa de 12,350 dólares, tres días en prisión y 120 horas de servicio comunitario. Zsa Zsa declaró compungida que tenía miedo de ir a la cárcel porque las lesbianas podrían acosarla. En la fabulosa biografía sobre la familia Huston (Walter, John y Angelica), su autor, Lawrence Grobel, es muy duro con Zsa Zsa y dice que su talento “cabía holgadamente en un dedal”. Claro que más duro fue con ella John Huston durante el rodaje de Moulin Rouge. “¡Si vuelves a quedarte en blanco al final de una frase, te pego un tiro!”, cuenta que le gritó el director en un momento de furia. Ella, en su autobiografía, confesó que “es la única persona del mundo (Huston) que cuando entra en la habitación donde estoy, se me sale el corazón por la garganta”, para concluir con cierto dramatismo muy propio de la diva disparatada que era, “arruinó mi matrimonio con George Sanders”.
Cuando los hermanos son arrestados, contratan al famoso abogado Robert Shapiro, que se haría famoso cinco años después por defender a O. J. Simpson. En la primera temporada de American Crime Story, dedicada al caso del deportista, lo interpretó John Travolta. En esta ocasión lo encarna Salvator Xuereb.
En el capítulo tercero, titulado Brother, Can You Sparw a Dime?, entra en escena el escritor y periodista Dominick Dunne, interpretado por el gran Nathan Lane. En su primera aparición, este genial colaborador de Vanity Fair, -especializado en crónicas de sucesos, amigo de Alfred Hitchcock, heredero directo de Truman Capote, por seguir los pasos de A Sangre fría y por su lengua afilada-, comenta el asesinato de su hija. Dominique Dunne murió el 4 de noviembre de 1982 cuando faltaban 19 días para su 23 cumpleaños. Conocida por interpretar a la hija mayor de la familia de Poltergeist (1982), Dominique fue asesinada por su ex novio, John Thomas Sweeney exactamente cinco meses después del estreno de la famosa película de terror sobrenatural. Sweeney tenía 26 años y tras ser condenado a seis de prisión por agresión y homicidio involuntario, fue puesto en libertad a los tres años.
Es sabido que Dominique no fue la única del reparto de Poltergeist que se fue de forma trágica. Uno de los actores secundarios, Lou Perryman fue asesinado con un hacha el 1 de abril de 2009 por un tipo que acababa de salir de prisión y entró a robar en su casa. Heather O’Rourke, la hija pequeña de la familia protagonista, murió en febrero de 1988 a los 12 años a causa de una obstrucción del aparato digestivo. El otro hijo de Dominick, Griffin, se convirtió en un actor de éxito gracias a las películas Un hombre lobo americano en Londres (1981), After Hours (1985) y ¿Quién es esa chica? (1987).
En la serie, Sweeney se convierte en el tercer “monstruo”, aunque en la sombra, dejando el primer plano para los dos hermanos Menendez. Dunne llega a decir que el joven que mató a su hija es un «monstruo». El artículo que escribirá sobre el caso de los Menendez, dice con sorna, se titulará “Pesadilla en Elm Drive”. La película de terror con Freddy Krueger por Elm Street se había estrenado en 1984.
En la misma escena en que Dominick menciona el asesinato de su hija, también comenta que el hermano mayor de los Menendez, Lyle, “tiene la misma mirada vacía que Von Bülow”. Claus von Bülow fue condenado en 1982 a 30 años de cárcel por intentar asesinar a su mujer, Sunny von Bülow, con una sobredosis de insulina. La condenada fue anulada y en el segundo juicio fue declarado inocente. Jeremy Irons ganó el Oscar por interpretarlo en el thriller judicial Reversal of Fortune (El misterio von Bülow) (1990). En esa película Glenn Close era Sunny, que se pasó 28 años en estado vegetativo, desde diciembre de 1980 hasta que falleció en diciembre de 2008.
La aparición del siniestro von Büllow nos lleva a trazar un crossover como si del Universo Cinematográfico de Marvel se tratara, pero cambiando superhéroes por asesinos. Esta serie nos invita a ver la película de Barbet Schroeder sobre el asesino millonario de la insulina, como nos lleva a la estupenda primera temporada de American Crime Story, la dedicada a O.J. Simpson. El ídolo del deporte y actor sale en el episodio 9 de Monstruos porque resulta que cuando entra en prisión acusado de asesinar a su exesposa y a su amigo lo hace en la misma donde están los hermanos Menendez y en una escena habla con Erik porque le ponen en la celda contigua a la del menor de los hermanos. “La gente va a pasar de nosotros para centrarte en ti”, le comenta entre susurros y desolado Erik. Dominik espera que se haga por fin justicia con los hermanos tras haber sufrido con las sentencias en los juicios de Simpson y en el de su propia hija. Experto en la crónica de sucesos, en 1995 el escritor publicó Las dos señoras Grenville (1985), novela True Crime sobre uno de los asesinatos más célebres de la alta sociedad neoyorkina: la del heredero más codiciado de Manhattan, William Woodward Jr., la noche del 30 de octubre de 1955. La novela de Dunne se llevó a la televisión en 1987 con Ann-Margret en el papel de la esposa de la víctima, la ex corista Ann Woodward, y Claudette Colbert como la millonaria suegra que siempre renegó de la “cazafortunas” de su nuera. En la segunda temporada de Feud, vemos cómo Truman Capote llamaba cariñosamente a su amiga Ann Woodward con el apodo de “Bang Bang”. La interpreta Demi Moore.
En otro momento, Lyle le dice a su hermano Erik que serán famosos como Jeffrey Dahmer (aquí enlazamos con la primera temporada de Monstruos) y este contesta que sí, que como son dos les llamarán “los primos Dahmer”, seguramente en alusión a Kenneth Bianchi y Angelo Buono, primos y mejor conocidos como Hillside Strangler (Los estranguladores de la colina), asesinos en serie que sembraron el terror por las calles de Los Angeles entre octubre de 1977 y febrero de 1978. Estos dos están pidiendo a gritos ser los protagonistas de la cuarta temporada de Monstruos, porque la tercera ya está pillada: estará dedicada al famoso Ed Gein. Al fin y al cabo, él llegó primero.
La obsesión de Lyle es quién le va a interpretar cuando se ruede una película (o una serie, lo mismo da) sobre su “hazaña”. Como dice él, un posible candidato podría ser Richard Grieco (Nueva York, 1965), hoy olvidado, pero en ese momento muy famoso por la serie Nuevos Policías (21 Jump Street), la misma que lanzó a Johnny Depp. A Erik, dice, le podría interpretar Rob Lowe (Virginia, 1964), toda una estrella gracias a los éxitos consecutivos de St. Elmo punto de encuentro (1985), ¿Qué pasó anoche? (1986), Mascarada para un crimen (1988) y Malas influencias (1990). Lyle también nombra al héroe de acción Brian Bosworth (Oklahoma, 1965), aunque pensándolo bien, recapacita, John Malkovich hizo estupendamente de él en un legendario sketch para el programa Saturday Night Live.