El 23 de septiembre de 1987 fallecía Bob Fosse, el genio del cine y de los escenarios, el único director que ha ganado los tres premios principales de la industria del espectáculo en un solo año. Fue en 1973, cuando recibió el Oscar por dirigir Cabaret (1972), el Tony por el musical Pippin y el Emmy por el especial de televisión Liza with a Z (1972).
Ese día triste los teatros de todo el mundo derramaron lágrimas sobre los escenarios y en especial el Kennedy Center de Washington, donde se estaba representando Cabaret, el musical que Fosse adaptó al cine con tanto éxito. Joel Grey, Oscar al mejor actor de reparto por su maestro de ceremonias, volvía a interpretar ese personaje y antes de salir a escena alguien le dijo que Bob había muerto. El actor se quedó en silencio unos segundos, tiró para adelante y frente al público cantó con más energía que nunca las míticas palabras que abren el espectáculo: ¿Adónde se han ido sus problemas ahora? Los han olvidado. Ya se lo dije. Aquí la vida es bella. Las chicas son bellas. Incluso la orquesta es bella”.
Cabaret, tanto la obra como la película, es la mejor representación que uno puede encontrar de ese mundo de candilejas, máscaras, luces, locura, disfraces y parodia. El origen de la obra está en el libro Goodbye to Berlin (Adiós a Berlín, publicado en 1939), de Christopher Isherwood, la historia de un joven británico que conoce a personajes de todo tipo y condición en el decadente y atractivo Berlín de la República de Weimar.
El texto de Isherwood se adaptó al teatro en 1951 con el título de I Am a Camera. Su autor fue el inglés John Van Druten, responsable también de la comedia Bell, Book and Candle, llevada al cine en la maravillosa Me enamoré de una bruja (1958). El 20 de noviembre de 1966 se estrenó en el Broadhurst Theatre de Broadway la versión musical del texto de Van Druten (y de Isherwood). Cabaret fue un gran éxito y desde entonces se ha representado en todo el mundo. Los nombres ligados a este espectáculo musical son muchos y muy destacados: Joel Grey y Lotte Lenya (ambos en el reparto original de Broadway), Judi Dench y Lilia Kédrova en el montaje de 1968 en Londres, Sam Mendes y Rob Marshall como directores de una versión estrenada en Londres en 1998 con Natasha Richardson y Alan Cumming, Michelle Williams en 2014 en el Studio 54 de Nueva York o recientemente Eddie Redmayne en el West End.
A Bob Fosse le encantaba la obra y luchó para que le dejasen dirigir su adaptación al cine, en la que sería su segunda película tras Noches en la ciudad (Sweet Charity) (1969). El director tenía muy claro cómo quería trasladar la historia desde los escenarios a la gran pantalla. Como nos cuenta Martin Gottfried en su excelente biografía All his Jazz: The Life and Death of Bob Fosse: “En Cabaret se iban a tomar tan seriamente la lógica musical que aun estando tan cerca del terreno de la canción y el baile, la película no parecería un musical. Incluso los números de cabaret iban a ser mucho más que meros entretenimientos. Estarían relacionados con la acción dramática, en un fascinante concepto que era debido a Fosse”.
Joel Grey, que repitió en el cine el papel de maestro de ceremonias que había estrenado en Broadway, recordaba que Fosse dirigió la película “como si su carrera estuviese en juego y desde el principio todos supimos que estábamos implicados en algo especial”. Y tan especial. La película recibió 10 nominaciones al Oscar de los que recibió ocho, incluyendo mejor director para Fosse, actor de reparto y actriz para Liza Minnelli. Esta última subió a recoger el galardón molesta con las palabras que segundos antes había pronunciado Rock Hudson, insinuando que su madre, Judy Garland, tenía algo que ver con su éxito. En su discurso, la actriz dijo: “Gracias por darme, a mí, este premio. Me habéis hecho, a mí, muy feliz”.
La que no estaba nada feliz en 1999 era Nicole Kidman. Fue el año del rodaje de Moulin Rouge, el musical de Baz Luhrmann ambientado en el París bohemio y loco de 1890. La actriz se fracturó dos costillas y se lesionó la rodilla mientras ensayaba un número de baile. Terminó en silla de ruedas y, como ya había firmado para protagonizar el excelente suspense de David Fincher La habitación del pánico (2002), tuvo que ser reemplazada por Jodie Foster.
Tampoco estaba muy contento Heath Ledger. El malogrado actor quería el papel de Christian, el joven escritor inglés que, como el protagonista de Cabaret, llega a París y se empapa del mundo bohemio de la ciudad centralizado en el Moulin Rouge, un club nocturno donde tanto ricos como pobres acuden a divertirse. El joven se enamora de la cortesana estrella del club, Satine. Esta trama es una amalgama de tres óperas/operetas. El joven escritor enamorado de una chica con una enfermedad terminal es de La Boheme. Una cortesana que descubre el amor verdadero proviene de La Traviata, basada en la novela de Alexandre Dumas hijo La dama de las camelias. Y la parte del escritor que viaja al «inframundo» del Moulin Rouge para salvar a su amor sale de Orpheus in the Underworld, de Jacques Offenbach, basado en la mitología griega.
Ledger se quedó fuera del casting porque le dijeron que era demasiado joven para ser el galán de Kidman (12 años de diferencia) y se enfadó tanto que años después se negó a trabajar con Baz Luhrmann en Australia (2008). Para el papel femenino la candidata mejor posicionada era Catherine Zeta-Jones.
Al final los que viajaron a los Fox Studios en Sydney, Australia, donde se rodó la película, fueron Ewan McGregor y Kidman. Moulin Rouge recibió ocho nominaciones al Oscar, incluidas mejor película y actriz protagonista. Actualmente es una de las famosas «1001 películas que debes ver antes de morir».
Moulin Rouge! The Musical se estrenó en Broadway el 25 de julio de 2019 con libreto del genio John Logan. Actualmente sigue representándose.
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