Hay que reconocer que el cineasta Julien Leclercq es un tipo valiente. Así se puede explicar que se haya atrevido a rodar una nueva versión de El salario del miedo, novela original del escritor francés Georges Arnaud publicada en 1950. La historia de un grupo de hombres que son contratados para transportar en camiones un cargamento de nitroglicerina por la selva de América del Sur, la llevó al cine el genio galo Henri-Georges Clouzot en 1953, dos años antes de su gran éxito Las diabólicas (1955). El salario del miedo (1953) es un clásico del cine con Yves Montand como uno de los camioneros.
En 1977, William Friedkin era el rey de Hollywood gracias al monumental éxito en la taquilla de El exorcista (1973). Así que decidió que su próximo proyecto sería una nueva adaptación de la novela de Arnaud y de la película de Clouzot. La historia de cómo se rodó esta película y lo que pasó después forma parte de la leyenda del cine, esos relatos que se cuentan en los despachos de los magnates de Hollywood y que pasan de generación en generación.
Con el título de Sorcerer (Carga maldita) y protagonizada entre otros por Roy Scheider, Bruno Cremer y el español Paco Rabal, la película se estrenó rodeada de una gran expectación, pero coincidió en las pantallas con Star Wars (1977), y terminó siendo un desastre financiero.
Muchos pensaron que si Steve McQueen, Marcello Mastroianni y Lino Ventura hubieran sido, como estaba previsto, sus protagonistas, las cosas habría sido muy distintas. Pero McQueen rechazó la propuesta porque quería que su mujer Ali MacGraw también tuviera un hueco en la película (inviable, era una historia de hombres sin personajes femeninos destacados) y eso provocó la marcha de los otros dos actores, que sólo aceptaban un papel secundario si McQueen era el protagonista.
Con el tiempo, y viendo los resultados, Friedkin lamentaría no haber aceptado las condiciones de McQueen porque entró como sustituto Roy Scheider, toda una estrella en ese momento por el éxito de Tiburón (1975). El director calificó este fichaje como “la peor decisión de casting que jamás he tomado”. Scheider, por su parte, confesó que rodar esta película «hizo que Tiburón (1975) pareciera un picnic».
En cuanto a Francisco Rabal, también salió decepcionado de la experiencia, pero por otras razones: «Toda mi vida quise hacer una película en Hollywood y cuando finalmente la hice, ¡se rodó en París, Israel, México y República Dominicana!”.
Con el tiempo, Sorcerer se ha convertido en una película de culto y Stephen King y Quentin Tarantino ya han dicho que es una de sus favoritas de todos los tiempos.
Con estos antecedentes, Julien Leclercq, que es de Francia y hace películas de acción sobre aviones secuestrados, ladrones de élite, porteros de discoteca en horas bajas (esta la hizo en 2018 con Jean-Claude Van Damme) y soldados con los rasgos de Olga Kurylenko, va y hace una tercera versión de los camiones y la nitroglicerina.
El director cambia de escenario, dejamos la selva y nos vamos al desierto, ficha a dos héroes de acción del cine francés, Franck Gastambide, director y protagonista de Taxi 5 (2018), y Alban Lenoir, y mezcla campos de refugiados, ONGs y golpes de estado, aunque también aquí los reyes del espectáculo son los camiones y la nitroglicerina. Y, además, en el equipo va una mujer, interpretada por Ana Girardot. Mira por dónde, la propuesta que hizo Steve McQueen hace casi 50 años para que su querida Ali tuviera un papel no era tan descabellada.
El salario del miedo (2024) se puede ver en Netflix
Sorcerer (Carga Maldita) (1977) se puede ver en Filmin
El salario del miedo (1953) se puede ver en Prime Video
