La mujer de negro ya conocía una adaptación a la televisión (1989) cuando saltó al cine en 2012 como una de las primeras producciones de la mítica y renacida Hammer, una nueva etapa para esta compañía que arrancaba con esta historia de fantasmas ambientada en un pueblo poco amistoso (la otra carta de presentación de la nueva Hammer fue La víctima perfecta (The Resident) en 2011, o Hilary Swank en la típica historia de chica en apartamento y vecino raro).
Precisamente, según el director James Watkins, ese pueblo poco amistoso que vemos en La mujer de negro, Crythin Gifford, es “la parte más Hammer de la película”.
Watkins, que venía de presentarnos a gente poco amistosa en la sensacional Eden Lake (2008), contó con la guionista Jane Goldman para adaptar la novela (y la obra de teatro, pues en el guion hay elementos de ambas).
Ironías del destino, Goldman, guionista de cabecera de Matthew Vaughn, se ha encargado de la nueva adaptación para Netflix de Rebeca, la novela de Daphne Du Maurier de la que Susan Hill escribió una continuación. Hermanadas por la gran Du Maurier, dos mujeres y un genio del terror, Watkins, para una película deliciosa como homenaje a ese cine de casas encantadas y fantasmas, clásico a más no poder, donde hay hasta lluvia falsa -la llegada de Arthur Kipps al pueblo-, decorados en Pinewood que reproducen hasta el mínimo detalle la tétrica mansión del pantano, una casa localizada en Peterborough en el condado de Cambridgeshire para hacer de Eel Marsh, y una frase que no debes olvidar: «cuidado con ir allí porque si sube la marea te quedas aislado».
James Watkins cuenta con varias cartas y juega muy bien con ellas. El director dice que quien haya visto la obra de teatro tendrá grabada la escena más icónica, la de la mecedora. Aunque no debemos olvidar la que abre la película, las tres hijas del posadero saltando por las ventanas del ático de Clifford Arms.
La mujer de negro (2012) se benefició de la presencia de Daniel Radcliffe como Arthur Kipps, en el que era el primer papel de adulto para el famoso actor, y su primera película después de la franquicia de Harry Potter.
Con este fichaje hay cierta confusión porque nadie lo dice ahora pero el proyecto se anunció con Michael Fassbender de protagonista, actor con el que el director había trabajado en Eden Lake.
La explicación de ese cambio repentino puede ser que, en ese momento, el nombre de Daniel Radcliffe tenía más peso de cara a la taquilla que el de Fassbender. El joven actor ha confesado que leyó el guion unas cuantas horas después de rodar la última toma de la última película de Harry Potter. Tenía 21 años.
El gran Ciarán Hinds, como Sam Daily, el hombre más rico del condado, y Janet McTeer, en el papel de su esposa Mrs. Daily (descrita en la novela como una mujer pizpireta y baja, cuando la actriz mide 1,86), completan el reparto. Resulta llamativo ver a Ciarán (1,86 de alto), su esposa a la misma altura y junto a ellos el pequeño Daniel (1,65) intentando no desentonar frente a dos “enormes” figuras de la interpretación.
Con Daniel pasando una temporada en Eel Marsh, La mujer de negro se convirtió en la película de terror británica más taquillera en 20 años y en Estados Unidos abrió con 20 millones de dólares, el mayor estreno para una producción de Hammer.
En 2014 se estrenó una especie de secuela titulada La mujer de negro: El ángel de la muerte (The Woman in Black 2: Angel of Death), historia que transcurre 40 años después de los sucesos de Eel Marsh, durante la II Guerra Mundial. Con un nuevo reparto y un director diferente, Tom Harper, esta vez Susan Hill se limitó a aparecer como productora asociada porque la historia no estaba basada en ninguna obra suya. El guion original era de Jon Croker, autor también de Nadie saldrá vivo de aquí (No One Gets Out Alive) (2021), una muy reivindicable cinta de terror dirigida por Santiago Menghini sobre una inmigrante mexicana sin papeles que vive una auténtica pesadilla cuando llega a Estados Unidos y encuentra habitación en una extraña mansión.
Susan Hill dice que es muy difícil saber por qué La mujer de negro se ha hecho tan popular. Quizá la respuesta a esa pregunta la tenga James Watkins. El director inglés, que estrena en septiembre Speak No Evil (No hables con extraños), susurra mientras sonríe: “A la gente le encanta recibir un buen susto”.
Y sustos es lo que les espera a los espectadores en el teatro Fígaro, donde se ha instalado para vivir una temporada La mujer de negro. hasta el 11 de agosto en el Teatro Fígaro de Madrid