La historia de cómo Rupert Everett se quedó fuera de una película por ser gay 

El actor inglés de 65 años, inolvidable Guy Bennett en Otro País (1984) y inquietante seductor en sus comienzos con películas como Bailar con un extraño (1985) o El placer de los extraños (1990), conquistó Hollywood con la obra maestra de la comedia La boda de mi mejor amigo (1997) y luego se hizo muy amigo de Madonna durante el rodaje de Algo casi perfecto (The Next Best Thing), la historia de una mujer sin suerte en el amor que se queda embarazada de su amigo gay.

Rupert Everett es gay y no tuvo ningún problema en decirlo. O eso creía él. En Hollywood también se entendió muy bien con Sharon Stone, así que cuando se empezó a preparar la secuela de Instinto Básico (1992), la actriz puso sobre la mesa el nombre de Rupert para ser el protagonista masculino. Lo ha contado el actor: “Sharon Stone me comentó que estaba preparando la secuela de Instinto básico y que quería que me entrevistara con David Cronenberg, el director contratado en aquel momento. Sharon quería que yo fuera el protagonista. David y yo sintonizamos enseguida y él me confirmó que había encontrado al actor perfecto. Fue entonces cuando se desató la tormenta”. 

La fallida secuela de la película de Paul Verhoeven se terminó rodando, pero sin Cronenberg (fue sustituido por Michael Caton-Jones) y sin Everett. “Mi agente me aseguró que los ejecutivos del estudio nunca aceptarían a un homosexual para ese papel”.

La búsqueda del actor perfecto para interpretar al psiquiatra Michael Glass, el protagonista masculino, se convirtió entonces en un verdadero culebrón. Llamaron a Robert Downey Jr., pero tuvo que abandonar cuando fue acusado de posesión de drogas. Luego Kurt Russell, que dijo no porque se sentía incómodo con las escenas de desnudos. Pierce Brosnan se negó y Benjamin Bratt fue rechazado por la propia Sharon Stone porque le consideraba un mal actor. Al final, las miradas volvieron a Inglaterra y el elegido terminó siendo David Morrissey.

La venganza de Rupert Everett fue dulce y suficiente. Instinto Básico ganó la mayor cantidad de premios Razzie de 2007, incluida el de peor película del año. Y Michael Caton-Jones se despachó a gusto: «Mi intención era rehacer todo el guion. Más tarde me enteré de que ese texto había estado dando vueltas por Hollywood durante años y que la película era una Deal-film, lo que significa que a nadie le importa un carajo cómo va a ser el resultado porque mucha gente ganará dinero sólo con que se haga. Fue un desastre y quise salir, pero habría sido demandado hasta el día de mi muerte. Sharon Stone vive en una zona dentro de su propia cabeza. Le ha costado mucho llegar a la cima y, ahora que ya tiene cierta edad, se pregunta qué diablos va a hacer. Todo es cuestión de inseguridad y miedo. Y para demostrar que era la estrella, llegaba tarde al rodaje, no se sabía sus líneas y concertaba citas para que le arreglaran las uñas en días de rodaje. Pero no tenía sentido pelearse con ella».

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