La frase de más triste actualidad en la escena final de El coloso en llamas (1974)

La película protagonizada por Paul Newman y Steve McQueen fue una de las más populares de esa moda que inundó las pantallas en la década de 1970 llamada «cine de catástrofes». De hecho, fue la única de esa larga lista (La aventura del Poseidón. 1972, Terremoto. 1974, Hindenburg. 1975, Pánico en el estadio. 1976, El puente de Casandra. 1976), que recibió una nominación al Oscar a la Mejor Película.

Paul Newman interpreta a un arquitecto y Steve McQueen al jefe de bomberos. Cuando el «Coloso» ya ha sido destruido por las llamas y parece que todo está controlado, el jefe O’Hallorhan (McQueen) le dice a un desolado Doug Roberts (Paul Newman) que acaba de salir del Inferno junto a su novia Susan (Faye Dunaway): «Hemos tenido suerte. Los muertos no llegan a 200. Cualquier día morirán 10.000 en una de esas ratoneras y yo tragaré humo y sacaré cadáveres hasta que nos consulten cómo construirlos».

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