A lo largo de los años, Disney ha disfrutado de un éxito descomunal adaptando para la gran pantalla las maravillosas atracciones de sus parques temáticos como es el caso de Piratas del Caribe o de Jungle Cruise, películas que se han visto en los cuatro rincones del planeta.
Dan Lin y Jonathan Eirich, el equipo de producción responsable de Aladdin (2019), tenían una visión muy clara para adaptar a la gran pantalla Mansión Encantada, una de las atracciones más populares de los parques temáticos de Disney. Creían que era importante ofrecer a los fans de la atracción una versión cinematográfica que fuera fiel a su espíritu, respetando el humor, la emoción y, por supuesto, los numerosos fantasmas, pero situándola dentro del marco de una historia moderna poblada de personajes ajustados a la diversidad.
Para Eirich esta ha sido sido siempre su atracción favorita, porque la considera aterradora, divertida, elegante, poco convencional y nostálgica.
Justin Simien, el director de la película, todavía recuerda unas vacaciones familiares en Disney World y dos acontecimientos que le traumatizaron de por vida: el primero fue cuando montó en la Space Mountain con las manos de su madre tapándole los ojos y el segundo, la parte al final de Mansión Encantada donde un fantasma que hace autoestop en un espejo parecía ir con él hasta la salida. Tenía ocho años y pensó que era un truco, pero no pudo averiguar cómo lo hacían. Durante años se preguntó si ese fantasma seguiría haciendo autoestop con él en el mundo real.
Justin volvió muchas veces a Disney World a lo largo de su infancia, así que cuando se enteró de la existencia del guion de Mansión Encantada (Haunted Mansion) «vi la oportunidad de usar mi estilo personal y mi perspectiva para crear una versión refrescante y divertida del legado de Disney que también toca una fibra sensible tremendamente personal. Pero el destino me tenía deparado algo más. No solo sentía una conexión con el tipo de historia de Mansión Encantada (Haunted Mansion), sino también con el lugar donde estaba ambientada. La familia de mi madre proviene de Luisiana y crecí rodeado de la cultura criolla negra. Sé cómo las historias de fantasmas y lo paranormal crean una sensación de tragedia y consuelo. Yo llevo en mi ADN esa paradoja cultural».
El director consideró fundamental preservar el encanto de la atracción original que procede en gran parte de los anticuados efectos físicos, como el efecto del Fantasma de Pepper, que se limita a emplear humo y espejos. Así, se construyeron interiores gigantes de la Mansión con colores normales y también del “reino de los fantasmas”. Debajo del plató había raíles que movían sillas «arrastradas por fantasmas», así como personas que sostenían filamentos y manipulaban los numerosos objetos misteriosamente flotantes alrededor de la casa. La mayoría de los fantasmas se rodaron de forma física con personas disfrazadas y con prótesis, a menudo colgadas de cables. Después se sometían a un proceso digital para garantizar que el reparto podía interactuar realmente entre sí, ya sea interpretando a los vivos o a los muertos.
Justin espera que todo esto haya servido para crear una película familiar clásica. «Al igual que la atracción en sí, también espero que nuestra película haga un pequeño truco de magia para el público, porque aunque es una historia que debe hacernos reír y evadirnos, si tenemos suerte, la película también podría transformar nuestros propios miedos a la muerte y al dolor para que nos enfrentemos a ellos de verdad».
