Ser una de las actrices del momento tiene muchas ventajas y un inconveniente. Es muy posible que te conviertas en la chica que todos quieren tener en su película, y ahí está el problema, que no puedes aceptar todo lo que te ofrecen por imposibilidad de cuadrar tu agenda.
Esto es lo que le ha pasado a la actriz inglesa Jodie Comer, protagonista de la serie Killing Eve (2018-2022), un fenómeno mundial que lanzó su carrera… y eso que se presentó a las pruebas con resaca, tras una noche de fiesta con amigos en un festival de música en Barcelona. A pesar de saber que tenía pocas posibilidades, se subió a un avión, aguantó las 13 horas hasta llegar a Los Ángeles y después de cinco minutos de lectura con Sandra Oh, consiguió el papel.
Killing Eve le dio, entre otras muchas alegrías, el premio Emmy en 2019. Tenía 26 años y se convirtió en la ganadora más joven en la categoría «Mejor actriz en una serie dramática», un récord que antes ostentaba Lindsay Wagner, cuando tenía 28 años. Un año después, el récord lo batió Zendaya, quien ganó el Emmy a los 24 años.
Ridley Scott se fijó en ella y la contrató para el personaje clave de Marguerite de Carrouges en El último duelo (2021), junto a Ben Affleck, Adam Driver y Matt Damon. Y Scott quedó tan entusiasmado con ella que la quería también para ser Josefina en la superproducción Napoleón, que Apple Original Films y Sony Pictures Entertainment acaban de anunciar que estrenarán en cines de todo el mundo el miércoles 22 de noviembre. Y lo harán sin Jodie, que no pudo aceptar la extraordinaria propuesta por conflictos de agenda. En su lugar estará Vanessa Kirby.
