La gran diva de los escenarios Lillian Hall triunfó hace mucho tiempo con un montaje de Un tranvía llamado deseo que muchos no han olvidado. La actriz que interpreta a esta estrella madura que se prepara para estrenar El jardín de los cerezos es Jessica Lange (1949) que, efectivamente, debutó en Broadway en abril de 1992 con esa obra de Tennessee Williams donde Alec Baldwin era Stanley Kowalski, Amy Madigan su mujer Stella y ella, por supuesto, Blanche Du Bois. En 1995 se rodó para la televisión un montaje de la obra con Lange y Baldwin acompañados por John Goodman y Diane Lane.

El tranvía de Jessica Lange
Fueron 137 representaciones, oficialmente desde el 12 de marzo hasta el 9 de agosto de 1992. Todo un acontecimiento porque Lange ya había ganado su primer Oscar, uno como actriz de reparto por Tootsie (1982) y faltaba poco para que ganase el segundo, como protagonista por Blue Sky (1994). Era una estrella de cine pisando Broadway por primera vez y había que verlo. Nadie quería perderse a la inolvidable protagonista de El cartero siempre llama dos veces (1981), Frances (1982), Crímenes del corazón (1986) o La caja de música (1989). Jessica Lange estaba en el mejor momento de su carrera y se enfrentaba a uno de los personajes femeninos más desafiantes del teatro americano. Ese que si lo pasas con nota te convierte en una primera dama de los escenarios.

La Primera Dama del American Theatre
En la película nos dicen que Lillian Hall es la primera dama del “American Theatre” con casi 50 años de carrera. Tiene una asistente personal que la cuida y la protege, interpretada magistralmente por Kathy Bates, un personaje que recuerda al de Maureen Stapleton en el thriller The Fan (1981). También tiene un vecino con el que pasa las veladas de animada charla, como si estuvieran en una comedia de Noël Coward tipo Private Lives. Ty Maynard, como se llama, vive en el apartamento de al lado y las terrazas están pegadas y casi sin separación. El atractivo vecino y la diva que se ha quedado viuda y no supera esa pérdida porque su marido era, además de un compañero de vida, un confidente y un amigo, el director de la mayoría de sus obras. Lillian y Ty viven en Nueva York en un edificio de lujosos apartamentos que podía ser el Dakota, pero es el Vanderbilt.

El descubridor de Angelina Jolie
La película está dirigida por Michael Cristofer, un cineasta y actor que bien merece un reconocimiento. Ha dirigido a Joanne Woodward en un montaje para televisión de Cándida (1983), de George Bernard Shaw, descubrió a Angelina Jolie en el telefilm Gia (1998), sobre la trágica historia real de la top model Gia Carangi, y ha dirigido sólo cuatro largometrajes para el cine: La última noche (Body Shots) (1999), una especie de St. Elmo’s Fire (1985) pero mucho más cañera; Pecado original (Original Sin) (2001), con Antonio Banderas y Angelina Jolie en un fallido thriller erótico de época; Lo que la noche esconde (The Night Clerk) (2020), un misterio sobre gente que mira y tiene consecuencias, donde salían Helen Hunt y Ana de Armas; y esta The Great Lillian Hall que gira alrededor de un mundo que él conoce muy bien.

Margo y los Barrymore
El teatro y sus dramas, con homenajes a Eva al desnudo (1950) y a la familia Barrymore (los hermanos Lionel, Ethel y John), considerados la realeza de Broadway, con esa anécdota de que se regalaban mutuamente manzanas antes de cada estreno.
Lillian Hall es una gran actriz y todo el mundo quiere verla en la sensación de la nueva temporada de Broadway: el montaje de El jardín de los cerezos. La obra de Antón Chéjov se estrenó en Moscú en 1904 y ha sido representada en todo el mundo por grandes figuras: Annette Bening y Alfred Molina no hace mucho. Albert Finney, Ben Kingsley y Ralph Richardson en un mítico montaje en 1978 del Royal National Theatre. Irene Worth, Raul Julia, Mary Beth Hurt y Meryl Streep en 1977. Valentina Cortese en Italia y en España en un mítico montaje que ojalá se hubiera grabado dirigido por José Luis Alonso e interpretado por Josefina Díaz, María Dolores Pradera, José Bódalo, Berta Riaza, Alicia Hermida, Lola Gálvez, Ricardo Alpuente, Antonio Ferrandis, José María Prada y Manuel Tejada.

Lillian Hall no es una buena madre (Lily Rabe interpreta a su hija) y se va a enfrentar a un momento decisivo de su vida. La productora de la obra lo resume con estas palabras: “Es grandiosa pero no sé si mañana volverá a serlo”.
Nota: Lillian Hall existió de verdad. Era una actriz estadounidense del cine mundo que nació en 1896 y falleció en 1959 por una sobredosis de barbitúricos. Nada que ver con esta Lillian Hall de ahora.
La gran Lillian Hall se puede ver en Movistar +