La actriz de California llegó al Festival para presentar Memory, drama donde interpreta a una trabajadora social que lleva una vida sencilla hasta que alguien abre la puerta de su pasado y pone su existencia patas arriba. Los recuerdos de su infancia arrasan con todo como un tsunami y nadie hace nada por impedirlo y, menos que nadie, su madre, interpretada por Jessica Harper, la mítica protagonista de Suspiria (1977), de Dario Argento, y casi retirada del cine desde que se casó con Tom Rothman, presidente y director ejecutivo de Sony Pictures.
Chastain ganó el Oscar en 2021 por Los ojos de Tammy Faye y podría volver a estar nominada gracias a esta película dirigida por el mexicano Michel Franco, responsable de auténticos puñetazos en el estómago como esa maravilla que es Nuevo orden (2020).
La actriz tiene fama de no morderse la lengua, «en Hollywood me dicen que no debería ser tan bocazas», pero ella no se corta y, hablando en San Sebastián del Metoo y de los abusos que han sufrido las actrices desde que se inventó el cine, nombró a Alfred Hitchcock, que «no dudó en abusar de las actrices para conseguir lo que necesitaba en sus películas» y de Bernardo Bertolucci, «que hizo cosas terribles durante el rodaje de El último tango en París (1972)».
Por si alguien no lo sabe, Hitchcock controló de forma obsesiva y humilló de manera sádica a la actriz Tippi Hedren antes, durante y después del rodaje de Los pájaros (1963), y Bertolucci utilizó a la actriz Maria Schneider para darle más realismo a la escena de la violación. No le dijo nada de lo que iba a ocurrir, y nada de lo que le iba a hacer Marlon Brando, «para grabar su reacción real, que se sintiera de verdad humillada, no que actuara», en palabras del cineasta italiano, que fue nominado al Oscar como director por la película.