Alguien muy curioso les pregunta a Jennifer Lopez y Ben Affleck por qué no hacen más películas juntos. La pareja contesta entre risas que la última donde coincidieron fue Gigli (Una relación peligrosa) (2003) y esa es precisamente la razón de por qué no han vuelto a hacer otra. Este es uno de los mejores momentos que podemos ver en La mayor historia de amor jamás contada (The Greatest Love Story Never Told), el documental que ha estrenado Prime Video sobre cómo se preparó y rodó, lo que se dice un making of, el espectacular videoclip de 65 minutos This is Me… Now: Una historia de amor, que no era otra cosa que una sucesión de canciones, coreografías, estrellas invitadas y gigantescas puestas en escena.
Entre bastidores, Jennifer y Ben hablan sin tapujos de su relación, aunque él tiene sus dudas sobre si eso es bueno. La vida privada de una estrella es privada, viene a decir, aunque entiende que su mujer se desnude emocionalmente ante las cámaras porque al fin y al cabo eso es lo que hacen los artistas. Los medios se interesan por ella y Ben lo asume y lo resume con la frase: “es como si te casas con un capitán de barco y le dices que no te gusta el agua”.
Todo eso está muy bien, pero lo divertido de La mayor historia de amor jamás contada es lo secundario, lo que aparece de refilón detrás de los focos y las canciones. Por ejemplo, esa frase sobre Gigli, la película que todos los cines del Reino Unido retiraron de sus salas a la semana de su estreno, la culpable de que Martin Brest abandonara la dirección y la primera película en la historia de los Premios Razzie en llevarse las cinco categorías principales: Peor Película, Peor Actor (Ben Affleck), Peor Actriz (Jennifer Lopez), Peor Director (Martin Brest) y Peor Guion.
Hay otro momento en La mayor historia de amor jamás contada realmente divertido, cuando se rueda la escena de This is Me… Now en la que Jennifer Lopez aparece colgada del brazo de un joven poco recomendable que todos saben no le hará ningún bien. Este personaje lo interpreta Brandon Delsid y en una pausa de la filmación se acerca a Ben Affleck, que está en el plató de visita, para decirle realmente emocionado que no se puede creer que esté ante el actor que hizo Armageddon (1998) y que, desde luego, para él es el mejor Batman del cine.
Ya de paso le podía haber dicho que una de las mayores injusticias de la historia de los Oscar fue cuando premiaron Argo (2012) como mejor película y a Affleck ni siquiera le nominaron como director. ¿La mejor película del año y su director ni siquiera es reconocido con una candidatura? Eso sí que es un récord para que te feliciten, de hecho, sólo ha pasado tres veces más en la historia de los Oscar: en la primera edición de los premios, cuando fue elegida Alas (Wings) (1927) como mejor película del año y su director William A. Wellman no fue nominado, el año de Grand Hotel (1932) y en 1989 con Paseando a Miss Daisy (Driving Miss Daisy).
En La mayor historia de amor jamás contada también somos testigos de la sincera amistad que existe entre Jennifer y Jane Fonda, pese a que se conocieron en una película donde interpretaban a dos mujeres que se detestan.
Jennifer Lopez es una estrella de cine, pero tiene una carrera cinematográfica un poco rara. Ha hecho buenas películas con buenos cineastas, como Bob Rafelson y Sangre y vino (Blood and Wine) (1996), Oliver Stone y Giro al infierno (U Turn) (1997), Steven Soderbergh y Un romance muy peligroso (Out of Sight) (1998) o Taylor Hackford y Parker (2013), pero también ha hecho cosas horribles.
Ahora prepara la adaptación al cine del musical Kiss of the Spider Woman, a su vez basado en la novela de Manuel Puig llevada al cine en 1985 en una película por la que William Hurt ganó el Oscar. El musical es de John Kander y Fred Ebb, los autores de Cabaret y Chicago, y su versión al cine la dirigirá Bill Condon, el genial director de Dioses y monstruos (1998) especialista en musicales. Jennifer producirá y se reserva el personaje que hizo Sonia Braga. Pero la estrella es muy ambiciosa y también prepara The Godmother, otra vuelta de tuerca a la historia de la narcotraficante Griselda Blanco, un personaje real que hasta ahora pertenecía a su amiga Sofía Vergara, que precisamente sale en This Is Me… Now: Una historia de amor interpretando al signo zodiacal de Cáncer y en La mayor historia de amor jamás contada maldiciendo porque todavía se le atraganta el inglés.