El actor lo tiene claro: lleva un tiempo intentando trabajar solo con gente que le agrada, con la que le apetece estar, que le inspira a un nivel personal y humano. Esto lo dijo durante la promoción de La sirenita (2023) y desde esa película ha rodado la secuela de Dune (2014) y la segunda temporada de la serie de televisión de Netflix Monster, esta vez dedicada al crimen de los hermanos Erik y Lyle Menendez, que mataron a sus padres una noche de verano de 1989 tras ver en televisión La espía que me amó (1977). Después de acribillarlos a tiros, los hermanos se fueron al cine a ver Licencia para matar (1989).
Fans de James Bond, suponemos, ahora su tremenda historia salta a la televisión en esta segunda entrega (la primera estuvo dedicada al asesino en serie Jeffrey Dahmer) de esta especie de La huella del crimen norteamericana que ha creado Ryan Murphy, amigo de Bardem desde los tiempos de Come, reza, ama (Eat Pray Love) (2010), comedia romántica dirigida por uno y protagonizada por el otro junto a Julia Roberts.
El actor español interpreta al padre de los chicos asesinos y Chloë Sevigny a la madre. Cooper Koch es Erik y Nicholas Alexander Chavez es Lyle.
Por cierto, Bardem fue el villano en la película de James Bond Skyfall (2012), algo que sin duda les puede encantar a los hermanos Menéndez, desde la cárcel, naturalmente, donde se quedarán el resto de sus días cumpliendo cadena perpetua sin libertad condicional.