De auténtica «Actividad paranormal» se puede calificar lo que ha conseguido este productor de 54 años, uno de los hombres más poderosos de Hollywood gracias, sobre todo, a que hace películas de terror por 5 millones de dólares que recaudan más de 40 en su primer fin de semana. Y hasta consigue nominaciones al Oscar.
James G. Robinson (1935) y David Robinson son padre e hijo y dueños de la compañía de producción Morgan Creek, fundada en 1988. También son los propietarios de los derechos de la novela El exorcista desde hace unos 25 años, cuando se los compraron al escritor William Peter Blatty. Pero han estado ligados a la historia demoniaca toda su vida, ya que han producido El exorcista III (1990), que dirigió el propio Blatty, la controvertida El exorcista: El comienzo (2005), esa en la que despidieron a Paul Schrader antes de terminar el rodaje, y la serie de televisión de dos temporadas con Geena Davis interpretando a una versión adulta de Regan MacNeil. Nada que objetar: Geena cumple años el 21 de enero y Linda Blair el 22 de enero.
Padre e hijo llevan el cine en la sangre y han hecho cosas tan buenas como De repente, un extraño (Pacific Heights) (1990) y no tan buenas como Diabólicas (1996), en la que se apropiaron del clásico de Henri-Georges Clouzot y lo destrozaron con mucha gracia.
Como padres de la criatura diabólica y con la idea de volver con ella a la pantalla grande, los dos cineastas estaban esperando el momento oportuno para poner el material en las manos adecuadas. Y fue entonces cuando aparecieron Jason Blum y David Gordon Green. A los Robinson les entusiasmó lo que estos dos tipos habían conseguido con las entregas de Halloween y decidieron hacer lo mismo: un clásico del cine de terror (ya sea Halloween o El Exorcista) regresa al cine en tres entregas, tres películas a estrenar en años seguidos y como secuelas directas del original, olvidando todo lo hecho entre medias.
Toma la palabra Jason Blum, encantado de mirar cara a cara, -él, que ha revolucionado el cine de terror moderno con su productora BlumHouse-, al gran clásico del género: “La película original fue absolutamente innovadora en su época, y deseábamos honrarla con una continuación. Han transcurrido 50 años y se han estrenado miles de películas desde entonces. Queríamos encontrar una historia tan inquietante como la original e intentar comunicar el horror que puede sentir un padre o una madre cuando su mundo, su hijo o hija se ven amenazados, cuando se ve obligado a enfrentarse a un mundo desconocido, y hasta qué punto puede cambiar lo que uno cree o deja de creer”.
Del mismo modo que Green y Blumhouse enfocaron la franquicia Halloween, este nuevo Exorcista enlaza directamente con la película de 1973. La paradoja está en que, desde la perspectiva de la película actual, todas las secuelas que han producido los Robinson no existen. “Al igual que ocurrió con la versión de Halloween de 2018, hay toda una generación de fans que quizá no hayan visto El exorcista original. Esta es una versión contemporánea que retrata la época actual: un padre soltero obligado a criar a su hija adolescente y a pedir ayuda a una comunidad de la que, sinceramente, nunca pensó depender. La historia reúne a los personajes y los elementos de la película original que tanto gustó a los fans del género de terror”.
El resultado es una película, según Blum, “fascinante, dramática, oscura y espeluznante”.
