Pocos debuts tan espectaculares como el de este actor británico. No había cumplido los 14 años cuando protagonizó Billy Elliot (2000) y se convirtió en una estrella. Podía haber brillado y haberse apagado, como tantas promesas infantiles, pero Jamie Bell fue inteligente y se rodeó de los mejores: Thomas Vinterberg (Querida Wendy. 2005), Peter Jackson (King Kong. 2005), Clint Eastwood (Banderas de nuestros padres. 2006), Steven Spielberg (Las aventuras de Tintín. 2011), Bong John-Ho (Snowpiercer. 2013) y Lars von Trier (Nymphomaniac. 2013), entre otros prestigiosos directores.
Ahora, el actor de 37 años interpreta en Desconocidos al padre de Andrew Scott, de 47. Ese es el secreto de esta original película ambientada en una torre de apartamentos casi vacía del Londres contemporáneo, el encuentro casual de un hombre (Scott) con su misterioso vecino (Paul Mescal) y los recuerdos del pasado, el hogar de la infancia y una pregunta sorprendente: ¿qué pasaría si volvieras a encontrarte con tus padres mucho después de que hayan muerto pero con la peculiaridad de que tienen la misma edad que tú?
En la foto, el actor con su mujer en la película, Claire Foy, y su hijo, Andrew Scott.