Es inglesa, pero ha trabajado por todo el mundo, sobre todo en Hollywood y Francia. Jacqueline Bisset (13 de septiembre de 1944) empezó en pequeños papeles con tres grandes cineastas: Richard Lester (El Knack… y cómo conseguirlo), Roman Polanski (Cul-de-sac) y Stanley Donen (Dos en la carretera).
Fue una chica Bond no oficial en Casino Royale (1967), estuvo al lado de Steve McQueen en el mítico policiaco Bullit (1968), de Ryan O’Neal en El ladrón que vino a cenar (1973), donde sustituyó a Charlotte Rampling, que estaba embarazada, y de Jean-Paul Belmondo en la parodia Cómo destruir al más famoso agente secreto del mundo (1973).
En la taquillera Aeropuerto (1970), además de inaugurar el cine de catástrofes que haría furor, le estallaba una bomba casi en las narices en su papel de azafata amante del piloto Dean Martin. Y dos de los más grandes cineastas de todos los tiempos, John Huston y François Truffaut, se fijaron en ella para, respectivamente, el western con Paul Newman El juez de la horca (1972) y la obra maestra de cine dentro de cine La noche americana (1973), que la actriz considera su interpretación favorita. El director francés diría de ella que era, probablemente, la actriz más bella con la que había trabajado.
En Asesinato en el Orient Express (1974) estaba más guapa que nunca en su papel de la Condesa Andrenyi y con Abismo (1977), una intriga de tesoros en el mar, se convirtió en un sex symbol.
Se reencontró con Newman en El día del fin del mundo (1980), los últimos coletazos del cine de catástrofes, así que con ella empezó y terminó todo, y con Huston en Bajo el volcán (1984).
Nadie mejor que Jacqueline para interpretar a Jackie Kennedy (en El griego de Oro. 1978) y nadie mejor que ella y Candice Bergen para que George Cukor se despidiera del cine, con Ricas y famosas (1981). No había cumplido los 40 cuando interpretó a una madura señora que seduce al mejor amigo (Andrew McCarthy) de su hijo (Rob Lowe) en Class (1983).
Estuvo estupenda en La ceremonia (1995), drama criminal por el que recibió una nominación al Cesar como actriz de reparto, uno de los varios premios a los que ha aspirado, como el Globo de Oro (que ganó en 2014 tras varias candidaturas tanto en cine como en televisión).
Las actrices favoritas de Jacqueline son Jeanne Moreau y Jessica Lange, es la madrina de Angelina Jolie, recibió la Legión de Honor de Francia de manos del presidente Nicolas Sarkozy y su carrera podría haber sido algo diferente si no hubiera rechazado el papel de Elizabeth McGraw en 9 semanas y media (1986) y si hubiera pasado la prueba para ser la protagonista femenina de Dos hombres y un destino (1969).