Fue el año en que Parásitos hizo historia convirtiéndose en la primera película extranjera en ganar el Oscar principal, así como también la primera en llevarse el de Mejor Película y Mejor Película internacional. También fue el año de Joaquin Phoenix y su extraordinario Joker, el de Renée Zellweger y su segundo Oscar y el de Brad Pitt, premiado como secundario pese a que años antes el actor aseguraba que “a mí no se me tiene en cuenta para eso. No sé. Lo único que no quiero es que me den uno cuando sea viejo y sientan compasión hacia mí. ¡Eso no lo quiero!”.
Y, sin embargo, la gran protagonista de la 92ª edición de los premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood fue una actriz que ni siquiera estaba nominada. Semanas antes, todos, prensa y público, daban como segura candidata a Jennifer Lopez por Estafadoras de Wall Street (Hustlers). Incluso la revista TIME sentenció que la suya era la mejor interpretación femenina del año. La estrella era la mujer del momento. Las distintas asociaciones de críticos, con los Globos de Oro a la cabeza, la estaban nominando o premiando por su Ramona, la líder de las strippers que drogan y roban a hombres ricos.
Y, por si fuera poco, en esas frenéticas semanas de fiestas, elegir vestidos, entregas de premios y entrevistas, la actriz ensayaba a tope para su espectáculo en la Super Bowl. El 9 de diciembre de 2019 se anunciaron los nominados a los Globos de Oro, que se entregaron el 5 de enero de 2020. El 13 de enero se conocían los candidatos a los Oscar, el 2 de febrero se celebró en Miami la final de la Super Bowl y el 9 de febrero la ceremonia de los Oscar. La vida de Jennifer Lopez en esos dos meses de locura y nervios es lo que cuenta el documental Halftime, donde la estrella se sincera y se presenta más honesta que nunca (ahí están sus lágrimas tras perder el Globo de Oro).
El espectáculo junto a Shakira en la Super Bowl fue histórico, pero el Oscar se lo llevó Laura Dern por su magnífica abogada en Historia de un matrimonio (Marriage Story). Los medios se centraron en el desaire y la injusticia. En que Hollywood se negaba a reconocer a una actriz muchas veces vapuleada. Y por eso Jennifer Lopez también ganó ahí. Sin pretenderlo se convirtió en la gran rival de Laura Dern, y ni siquiera estaba nominada.