Con motivo del estreno en cines de Migración, sin duda, la película de animación de estas Navidades, Gwen, la pequeña de la familia Mallard, una patita absolutamente adorable, se ha paseado por la ciudad de Nueva York para promocionar su aventura cinematográfica.
Gwen es una pieza clave de la película porque, como dice el director Benjamin Renner: “Siempre que teníamos un problema con una secuencia, encontrábamos un hueco para ella y, automáticamente, la escena se convertía en hilarante. Me gustan las películas en que los niños tienen facetas raras, los niños son raros. Sigo siendo un niño raro y me divierten mucho sus rarezas. Con Gwen hemos conseguido la vertiente cómica de una niña rara que puede llegar a ser un auténtico fastidio sin nunca dejar de ser adorable. Gwen tiene todas las buenas intenciones del mundo, pero es bastante patosa. Dice lo que piensa, sobre todo cuando tiene miedo. Pero si da algo, lo da del todo. Me lo pasé realmente bien trabajando con su personaje”.

