Gladiator II no es una lección de historia, es una lección de cine

Con la película estrenada y con varios récords de taquilla ya en marcha, Gladiator II invita a la polémica, como toda la filmografía de Ridley Scott, y si es una producción histórica más.

Rafael de España Renedo, doctor en Historia y miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España, habla para Cinerama y nos aclara por qué nadie se debe ofender con algunas de las inexactitudes de una película que llega con la única misión de entretener al respetable, que no es poco. Y de paso, nos cuenta quienes eran de verdad Caracalla, Geta y Macrino y que el Coliseo lleno de agua no es ninguna invención de Ridley Scott.

«Una película no es una lección de historia. El cine es un espectáculo. Ridley Scott, que es un señor inteligente, lo que hace son películas de entretenimiento».

«En todas las cortes siempre ha habido intrigantes. Macrino, tal y como vemos en la película, se acerca bastante a lo que sabemos de él».

«No está muy claro cómo era el mecanismo de entrada del agua en el Coliseo».

La película a la que se refiere es Spartaco (1953), dirigida por Riccardo Freda y protagonizada por Massimo Girotti, Ludmilla Tchérina y Gianna Maria Canale. Cuenta la misma historia que la famosa película de Stanley Kubrick estrenada siete años después.

«Geta y Caracalla un poco desquiciados sí que eran, aunque hay que pensar que en el cine siempre son más graciosos los personajes malos que los buenos».

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