Filmin estrena Bali, serie sobre los atentados del 12 de octubre de 2002

Belfast y Munich, ciudades cuyos nombres han servido de título para películas de todo tipo. Belfast para reimaginar una infancia y Munich para contar las consecuencias de un atentado terrorista que conmocionó al mundo en 1972.

Bali es el título de la serie que acaba de estrenar Filmin. Son cuatro capítulos que se pueden ver en una tarde, los cuatro seguidos como si fuera una única película. Y Bali habla del atentado del 12 de octubre de 2002, dos bombas para reventar pubs repletos de turistas, sobre todo australianos, en la isla de Indonesia.

Lo que hace diferente a esta producción australiana es que toma dos caminos que hasta ahora habían estado separados en otras películas sobre terrorismo que, o seguían a las víctimas o lo hacían con la investigación del atentado por parte de las autoridades competentes. En Bali tenemos las dos líneas argumentales cruzándose una y otra vez. Las historias de algunas de las víctimas antes, durante o después de las explosiones (la británica Polly Miller, que vio morir a su marido y a nueve de sus amigos; el conocido futbolista australiano Jason McCartney, que sufrió quemaduras de segundo grado en el 50% de su cuerpo; la joven Nicole McLean, quien perdió un brazo durante el ataque; y Ni-Luh Erniate, una madre de dos niños cuyo marido trabajaba en el Sari Club, el objetivo principal de los terroristas, y murió en el atentado) y la de los agentes australianos e indonesios que se encargaron de la investigación y posterior caza de los terroristas (con el conocido actor australiano Richard Roxburgh a la cabeza). Además, hay un tercer vértice: la de los médicos australianos que recibieron en los hospitales un día después a los heridos más graves evacuados de urgencia (muy curioso el personaje de la prestigiosa médico interpretada por Rachel Griffiths, actriz a la que descubrimos en La boda de Muriel). Todo ello en un emocionante relato en el que hasta aparecen en determinados momentos imágenes reales del atentado.

202 víctimas mortales y 209 heridos en un atentado reivindicado por Jemaah Islamiya (el brazo de Al Qaeda en Asia) y, como dice el productor ejecutivo Tim Pye, “una responsabilidad enorme porque tratas un tema muy delicado y traumático. Hablé con una de las supervivientes, Natalie Goold, y me pidió encarecidamente que no endulzara ni suavizara la experiencia. Era imprescindible hablar directamente con las víctimas y testigos. Fueron muy generosos a la hora de dar detalles sobre sus vivencias y sobre cómo les afectó. Todos ellos tienen en común un hecho que les cambió la vida para siempre de una forma que nunca podrían haber imaginado”.

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