F1: El primer gran éxito de taquilla de Apple

Un éxito que no es franquicia

La Fórmula 1 no solo se ha ganado un lugar privilegiado en los circuitos del automovilismo, sino también —y ahora más que nunca— en la gran pantalla. Con su debut cinematográfico a toda velocidad, la película F1 enciende los motores de la taquilla estival, logrando el primer gran éxito comercial de Apple en el cine. En su estreno en Estados Unidos, la cinta protagonizada por Brad Pitt logró recaudar 55,6 millones de Euros, ubicándose en el centro de las expectativas iniciales, y acumuló 144 millones de euros  a nivel mundial en su primer fin de semana, una cifra extraordinaria para una producción que no pertenece a una franquicia establecida.

Este hito no es menor, ya que Apple Original Films había tenido hasta ahora una racha de estrenos críticamente reconocidos pero comercialmente dispares. A pesar del Oscar ganado por CODA (2021), otras producciones como Napoleón (2023) y Killers of the Flower Moon (2023) no lograron despegar en taquilla. En contraste, F1 demuestra que Apple puede competir en lo más alto de la taquilla y lo hace de la mano de un elenco estelar, un director con historial de blockbusters y una campaña de marketing tan sofisticada como agresiva.

Brad Pitt mantiene su carisma

Parte esencial del atractivo de la película radica en la presencia de Brad Pitt, quien interpreta a un ex piloto de Fórmula 1 que vuelve a las pistas para entrenar a un joven talento, encarnado por Damson Idris. Pitt aporta además de su carisma natural, una entrega física notable. El actor realmente se puso al mando de monoplazas a más de 260 km/h en algunos de los circuitos más emblemáticos del mundo, desde Silverstone hasta Las Vegas.

La combinación de su estrella internacional, el dramatismo humano de su personaje y su compromiso con las escenas de acción, ha capturado a un público que va más allá del fan tradicional de la Fórmula 1. En un panorama dominado por franquicias, secuelas y universos interconectados, Pitt emerge como una celebridad del pasado para llevar al  público adulto de regreso a los cines.

Joseph Kosinski, un director de éxitos

El director Joseph Kosinski, conocido por revitalizar el cine de acción con Top Gun: Maverick (2022), ha traído a F1 su técnica y su capacidad para convertir la adrenalina en arte visual. Kosinski le da a las carreras de Fórmula 1 el mismo tratamiento cinematográfico inmersivo e intenso que aplicó a los combates aéreos. Gracias al uso de cámaras IMAX y tomas en locaciones reales dentro del circuito profesional, el espectador no solo observa las carreras, sino que las siente en cada curva y aceleración.

Este nivel de realismo y espectáculo visual se tradujo directamente en resultados comerciales: las salas IMAX y premium representaron más del 55% de las ventas en Estados Unidos, destacando la intención del público de vivir esta experiencia a lo grande. Kosinski ha demostrado nuevamente su habilidad para convertir historias de alto presupuesto en eventos cinematográficos irresistibles.

El debut triunfal de Apple en la taquilla global

Apple, con una capitalización de mercado superior a los 3 mil millones de euros, no necesita de los ingresos de taquilla para justificar sus inversiones. Sin embargo, con F1 ha logrado lo que parecía esquivo: un éxito global que cautiva tanto al público como a la crítica. Con un presupuesto estimado entre 200 y 300 millones de euros, y una campaña de marketing que incluyó desde notificaciones personalizadas para usuarios de iPhone hasta promociones en Apple Music y eventos globales, la empresa de tecnología ha demostrado que puede utilizar su ecosistema de negocio para impulsar su incursión en el mundo del entretenimiento.

Al carecer de un brazo de distribución, Apple se asoció con Warner Bros., quien diseñó campañas estratégicas específicas para cada región. En América Latina y Europa, el énfasis estuvo en la figura del campeón mundial Lewis Hamilton, productor de la película. En Estados Unidos, la estrategia se centró en la estrella de Pitt. El resultado fue una sinergia eficaz entre tecnología, cine y deporte que ejecutó una campaña como un equipo de boxes en plena carrera: sin errores y con velocidad.

La Fórmula 1 como fenómeno cultural

El momento tampoco podía ser mejor. El éxito de la serie documental de Netflix Drive to Survive ha avivado el interés por la Fórmula 1, especialmente en mercados clave como Estados Unidos. F1 aprovecha ese auge con una narrativa que mezcla drama humano, pasión deportiva y espectaculares escenas de acción. Según CinemaScore, el público le otorgó una calificación de “A”, lo que augura una buena retención de espectadores en las próximas semanas, incluso frente a rivales como la nueva entrega de Jurassic World.

Para muchos analistas, el éxito de F1 no era seguro. Las películas deportivas —y en particular las de automovilismo— han tenido un historial mixto en taquilla. De hecho, Ford v Ferrari (2019), aclamada por la crítica, debutó con apenas 31 millones en 2019. Pero esta vez, todo parece funcionar. Como comentó David A. Gross, consultor de la industria cinematográfica: “Mucho de esta película parece fácil, como si fuera un éxito asegurado, pero no lo es. Esta vez todo está funcionando.”

F1 representa una victoria en taquilla para Apple y redefine que una película de automovilismo puede ser comercialmente viable. Aún le queda recorrido a la cinta para que sea rentable, pero con este comienzo espectacular, F1 ya ha ganado su lugar en el podio del cine contemporáneo. Para Apple, es más que una película exitosa: es una prueba de concepto, una vuelta rápida que marca el rumbo de su futuro en Hollywood. Y para los espectadores, es simplemente una carrera que no hay que perderse.

Texto María Estévez (Los Angeles)

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