“En este negocio, hasta que no te ven como un monstruo no eres una estrella”. Con esta frase, parece ser que de Bette Davis, se abre MaXXXine, la tercera entrega de la sorprendente trilogía que Ti West nos ha regalado a los cinéfilos del mundo.
Las películas hay que verlas por este orden: primero Pearl (2022), la historia ambientada en 1918 de la granjera que vive en un lugar idílico en el campo, sueña con ser una estrella de cine y tiene un caimán al que llama Theda, por Theda Bara; luego X (2022), donde estamos en 1979, en la ahora tétrica, vieja y sucia granja de Pearl, a la que acude un grupo de gente del cine, entre ellos la actriz Maxine, para rodar una película porno.
MaXXXine comienza con esa frase de Bette Davis y con un homenaje a ¿Qué fue de Baby Jane? (What Ever Happened to Baby Jane?) (1962), con la protagonista de niña cantando una canción delante de su querido papá. Como Baby Jane, que le escribía una carta a papá con la canción I’ve Written a Letter to Daddy.
Estamos en 1959. Años después, 1985, Maxine se ha convertido en una estrella del cine para adultos, aunque lo que ella quiere de verdad es triunfar como actriz “seria”, en el cine comercial y si puede ser en una película de la implacable, ambiciosa y prestigiosa directora Elizabeth Bender (interpretada por la altísima Elizabeth Debicki), una cineasta que hace producciones de serie B con ideas de serie A. La película donde van a trabajar juntas, si pasa la actriz prueba, es The Puritan 2, una de posesiones demoniacas, género que estaba de moda desde el boom de El exorcista (1973). También estaban de actualidad las secuelas, carne de videoclub, como el que regenta Leon (Moses Sumney), amigo de Maxine y un personaje que bien podría ser un guiño a Quentin Tarantino. Leon pasa el tiempo en su local viendo series B o Z, como esa donde un cocodrilo se zampa a los bañistas, que no es la estupenda Alligator (La bestia bajo el asfalto) (1980) ni tampoco su secuela que se estrenó en 1991. Quizá la película que Leon ve y que nosotros vislumbramos unos segundos es Caimán (Il Fiume del grande caimano) (1979), del italiano Sergio Martino y con una deslumbrante Barbara Bach recién salida de La espía que me amó (1977).
MaXXXine es un regalo para determinados amantes del cine, los de la cuerda de Tarantino y del director Ti West, esos que “ven películas sobre hormigas gigantes y se las toman en serio”, los que piensan que “La matanza de Texas (1974) es una de las mejores películas de todos los tiempos” y los que creen que “la primera película de James Bond en un cine es un momento trascendental en la vida de un niño”. Todas las frases son, por supuesto, del director de Pulp Fiction (1994). Ti West, su alumno aventajado, ha rodado MaXXXine tal y como se hubiese filmado en la década de 1980, es decir, utilizando el mismo equipo de cámara y sin recurrir a técnicas ni efectos actuales. Como si fuera Abel Ferrara rodando Ángel de venganza (Ms. 45) (1981), Michael Winner El justiciero de la ciudad (Death Wish) (1974) o Robert Vincent O’Neil la muy popular Angel (1983).
1985, el año en que Maxine vive su aventura en Hollywood, fue el del estreno de St. Elmo’s Fire (St. Elmo punto de encuentro) un 28 de junio, y la película nos lo recuerda en varias ocasiones, como nos avisa de que fue el verano en que la ciudad estaba aterrorizada por culpa del llamado Night Stalker (Acosador Nocturno), que mató a 13 personas y atacó y secuestró a muchas más. Una ola de terror en pleno verano provocada por una serie de sucesos donde no faltaban los elementos diabólicos en forma de pentagramas como firma asesina.
Para muchos, Richard Ramirez, como se llamaba, ha sido el peor asesino en serie de la historia criminal de Estados Unidos, un caso único porque no seguía una pauta concreta, ni en la elección de las víctimas ni en el modus operandi. Un sanguinario depredador al que se llegó a comparar con el mismísimo diablo.
En MaXXXine las cosas se complican porque parece que estamos ante el fenómeno que se denomina Copycat, cuando un asesino imita a otro, como muy bien nos explicó la película con Sigourney Weaver y Holly Hunter. Ramirez imitaba a Charles Manson y sentía devoción por Ted Bundy y por los primos Kenneth Bianchi y Angelo Buono, conocidos como “Los estranguladores de la colina”.
Realidad y ficción se mezclan en una película que pretende ser para Ti West su particular Érase una vez en… Hollywood (2019). Alguien nombra a Elizabeth Short, posteriormente conocida como La Dalia Negra, la aspirante a actriz, como Maxine, cuyo cuerpo apareció cortado en dos en el distrito de Leimert Park un 15 de enero de 1947 y cuya historia la “imaginó” en una novela James Ellroy y luego en una película Brian de Palma.
En MaXXXine hay mucho de este último, el maestro estrenaba en octubre de 1984 la sensacional Doble cuerpo, como lo hay de Alfred Hitchcock, hasta el punto de que Ti West se atreve a meternos nada menos que dentro de la casa en la colina de la Sra Bates.
Kevin Bacon interpreta a un detective privado muy chungo, Maxine apaga su cigarrillo en el suelo del Paseo de la Fama donde justo está grabada la estrella de la diva del cine mudo Theda Bara, -que era norteamericana, se llamaba Theodosia Burr Goodman y fue en el cine Carmen, Julieta, Margarita Gautier, Cleopatra, Salome y Madame Du Barry- y alguien muy osado afirma que dentro de unos cuantos años nadie se acordará de La fuerza del cariño (Terms of Endearment), el drama que en abril de 1984 había ganado cinco Oscar, y en cambio películas como The Puritan 2 serán eternas.
MaXXXine se estrena en cines el 23 de Agosto
