Cuando Hammer Films buscaba a su criatura para The Curse of Frankenstein (La maldición de Frankenstein) (1957), el equipo, con Michael Carreras (1927-1994) (nieto de Enrique Carreras (1880-1950), fundador de la compañía) al frente, tenía claro que “sólo necesitamos a alguien alto”. Esta anécdota se cuenta en el documental Hammer: héroes, leyendas y monstruos (Hammer: Heroes, Legends and Monsters) (2024) que se puede ver en Filmin y donde gente tan interesante como Tim Burton, John Landis, John Logan, John Carpenter o Martine Beswick nos hablan de la legendaria empresa especializada en cine de terror.

Christopher Lee medía 1,96 m. Jacob Elordi mide lo mismo, pero Guillermo del Toro no le eligió enseguida. La primera opción para interpretar al monstruo creado por el Dr. Victor Frankenstein fue Andrew Garfield, pero el actor no pudo aceptar la propuesta. Elordi es un claro candidato para estar entre los nominados al Oscar. También el director, que ya lo tiene, pero da igual. Frankenstein dominará las candidaturas técnicas (decorados, vestuario, montaje, fotografía, maquillaje) y será un buen final para el cineasta mexicano, entre otras cosas porque ha dicho que nació para hacer esta película de 120 millones de dólares, cantidad que ha pagado Netflix.

A Boris Karloff (1887-1969) nunca le nominaron al Oscar, y mucho menos por sus distintas versiones de Frankenstein, desde la primera de 1931. El actor siempre decía que era su “querido viejo monstruo. Le debo todo. Es mi mejor amigo” y para nada renegaba de él. “Ciertamente, me encasillaron. ¿Pero qué significa encasillarse? Es una marca personal, un medio por el cual el público te reconoce. Los actores trabajan toda su vida para lograrlo. Yo lo conseguí con una sola película. Fue una bendición”.

A Jacob Elordi nadie le va a encasillar como el monstruo, pero sí ha confesado que interpretar a la criatura creada por el doctor Frankenstein ha sido lo más exigente de su carrera, aunque también dice que disfrutó muchísimo. «Nunca me había sentido tan a gusto interpretando un personaje y rodando una película. Ha sido la experiencia más cómoda que he vivido». El actor australiano pasaba hasta diez horas en la silla de maquillaje y muchas veces, para llegar a tiempo al set de rodaje, se maquillaba por la noche y se quedaba despierto hasta la mañana siguiente.
Fue tal el esfuerzo, que Guillermo del Toro llegó a creer que era «sobrehumano». «Jamás vino a quejarse. Jamás me dijo: ‘Estoy cansado. Tengo hambre. ¿Puedo irme?’ Y trabajaba jornadas de 20 horas». En cambio, Oscar Isaac fue la única opción del director para el papel de Víctor Frankenstein.
Hammer: héroes, leyendas y monstruos (Hammer: Heroes, Legends and Monsters) se puede ver en Filmin
Frankenstein se puede ver en Netflix



