Antes de convertirse en una figura de fama mundial, William Peter Blatty (1928-2017) era un escritor en paro que sobrevivía como podía. Como haría años después Santiago Segura, Blatty se presentaba a concursos de televisión, una manera como otra cualquiera de ganar dinero y ocupar las horas. Por ejemplo, en el programa You Bet Your Life, que presentaba Groucho Marx, donde ganó 10,000 dólares. Cuando Groucho le preguntó qué planeaba hacer con el dinero, Blatty le respondió que tomarse un tiempo libre para «trabajar en una novela». Esa novela terminó siendo El exorcista, publicada en 1971. En ese momento Blatty estaba desempleado, aunque luego fue guionista del gran Blake Edwards en varias comedias, una de ellas la secuela de La pantera rosa (1963) titulada A Shot in the Dark (El nuevo caso del inspector Clouseau) (1964).
Groucho es mencionado en una escena de El exorcista (1973) por el teniente Kinderman (Lee J. Cobb), entendemos que a modo de homenaje pues Blatty también se encargó de la adaptación al cine de la novela.
La idea de El exorcista le llegó a Blatty cuando estudiaba en Georgetown tras leer varios artículos sobre el caso Roleand Doe. El objetivo era escribir un True Crime, eso que está tan de moda ahora, aunque lo inventó Truman Capote con A sangre fría (In Cold Blood), novela que empezó a escribir en 1959 y se publicó en 1966.
Pero cuando Blatty contactó con personas que había estado involucradas o relacionadas con el caso real, gente de Georgetown y sacerdotes jesuitas, sólo recibió evasivas y alguna que otra mentira. Blatty decidió entonces escribir una ficción pulp; una historia de terror donde cambió los nombres de los protagonistas, el período de tiempo en el que tuvieron lugar los hechos y el género del niño poseído. Lo único que dejó del incidente real es que en el exorcismo de Regan participan dos sacerdotes jesuitas y que la historia está ambientada en Georgetown.
La pequeña cabaña en la que William Peter Blatty escribió la novela perteneció a la actriz Angela Lansbury y tardó diez meses en terminar el manuscrito.
Y como nota final, busquen a Blatty en El exorcista (1973), sale haciendo del productor de Mr. Smith se va a Washington, la película que rueda Chris MacNeil. Todo lo que ocurrió después es historia del cine, incluyendo las 10 nominaciones al Oscar que recibió y las protestas de George Cukor, que amenazó con renunciar como miembro de la Academia si El exorcista ganaba el premio a la Mejor Película. Al final solo ganó Guion Adaptado y Sonido.