El fracaso de Eternals ha dejado tocada la carrera de Angelina Jolie. La película de Marvel tuvo un presupuesto de 200 millones de dólares y recaudó en el mundo unos 400, muy poco para una superproducción de esas características que pretendía iniciar una nueva franquicia en el MCU (Marvel Cinematic Universe).
Pero Angelina es una estrella y hace falta mucho más para hundir su carrera. Y ahí la tenemos, cargada de proyectos, tanto delante como detrás de las cámaras. Como directora ya ha terminado la que será su sexta película, Without Blood, adaptación por parte de la propia actriz de la novela del escritor y dramaturgo italiano Alessandro Baricco.
Salma Hayek y Demián Bichir son la pareja protagonista de esta historia, una pesadilla de violencia y venganza que ha sido comparada con A Sangre fría, de Truman Capote, y que cuenta la historia de una familia que vive en una granja aislada y “un día, un Mercedes viejo con cuatro hombres sube por el camino que lleva a la casa”.
Como actriz, Angelina rodará con el sueco Björn Runge el drama Every Note Played, sobre una mujer que lo deja todo para cuidar a su exmarido, al que le han diagnosticado ELA. Christoph Waltz será su compañero de reparto.
Además de la tercera entrega de Malificent, la actriz también se prepara para lo que será uno de los mayores retos de su carrera: interpretar a Maria Callas a las órdenes del chileno Pablo Larraín.
Maria, que es como se titulará la película, cierra la trilogía del director sobre iconos femeninos del siglo XX, mujeres mundialmente famosas retratadas en un momento de intimidad muy concreto que fue clave en sus vidas. Jacqueline Kennedy (Natalie Portman) en las horas posteriores al asesinato de su marido en Jackie (2016) y Diana de Gales (Kristen Stewart) durante las vacaciones de Navidad en las que decidió separarse de su marido en Spencer (2021). Tanto Portman como Stewart fueron nominadas al Oscar. Es lo mismo que intentó Olivier Dahan en la fallida Grace of Monaco (2014), con Nicole Kidman, sobre el momento decisivo en el que la actriz rechazó a Hitchcock, y hacer de Marnie, para dedicarse definitivamente a su nuevo papel de princesa de Mónaco. Pero a él no le salió tan bien como a Larraín.
En Maria, con guion del excelente Steven Knight (también firmó el de Spencer), seremos testigos de cómo vivió la cantante de ópera sus últimos días en el París de los años 70.
Recordemos que en el cine hemos tenidos muchas Callas: la francesa Fanny Ardant en Callas Forever (2002), de Franco Zeffirelli; la española Paz Vega en Grace of Monaco (2014); la italiana Luisa Ranieri en la miniserie Callas y Onassis (2005); Jane Seymour en la película para TV Onassis: el hombre más rico del mundo (1988); y una que no pudo ser, Faye Dunaway, que interpretó en el teatro la obra Master Class, escrita por Terrence McNally, y quiso llevar al cine este drama intimista sobre Callas al final de sus días impartiendo una clase magistral.
