La mujer de negro es una famosa novela de terror gótico escrita por Susan Hill en 1983, luego adaptada al teatro, a la televisión y al cine. 28 años después es una película de terror zombi, dirigida por Danny Boyle y secuela de la revolucionaria 28 días después (2002), también de Boyle.

El paso elevado de Nine Lives
¿Qué tienen en común estas dos obras? Pues un camino. En la novela de Hill (edición Edhasa 2012), el abogado Arthur Kipps viaja a la pequeña ciudad de Crythin Gifford para un asunto legal. Una vez allí, tiene que llegar hasta Eel Marsh, una vieja mansión aislada a la que solo se puede acceder por un camino rodeado de marismas y agua.

«Al acercarnos me percaté de que el agua que cubría la arena ondulada a uno y otro lado era muy poco profunda y que, en realidad, la huella era una senda estrecha que conducía directamente hacia adelante, como si se internara en el estuario. Cuando nos adentramos por la senda deduje que se trataba del paso elevado de Nine Lives y que, con la marea entrante, no tardaría en quedar sumergida y resultaría imposible de encontrar». Así es como describe el protagonista este sendero rodeado de agua que llega hasta la siniestra casa.

El paso que te protege de los zombis
En 28 años después vemos un mismo escenario, un sendero igual al de Nine Lives. En la isla vive un grupo de supervivientes aislados. Les separa de la tierra firme ese paso largo y sinuoso rodeado de agua que, como en La mujer de negro, «con la marea entrante, no tardaría en quedar sumergida y resultaría imposible de encontrar».

En la Isla Holy estamos a salvo
Danny Boyle y su guionista Alex Garland nos presentan el mundo que existe tras el estallido del virus que diezmó el Reino Unido hace 28 años. La sociedad se ha tenido que reconstruir desde cero, creando nuevas comunidades. “Nos imaginamos cómo volvería a crearse el mundo tras un apocalipsis, cuando todo lo que te rodea, todos los objetos, ahora ya no tienen valor o son inservibles”, dice Boyle. “¿Cómo harías para asegurarte los bienes esenciales, como la comida y el combustible?”.
La película transcurre parcialmente en la isla Holy, un terreno de unas 400 hectáreas en la costa noreste de Inglaterra en el que han creado una pequeña comunidad que se ha aislado del mundo exterior para protegerse de los infectados.
Esta cercana pero frágil comunidad está separada del continente por una carretera que permite a los isleños sentirse seguros. “La isla con su carretera parecía un sitio perfecto en el que empezar nuestra historia”, comenta Boyle. “La carretera es fácilmente defendible cuando el mar la deja expuesta. En vez de un entorno postapocalíptico parece más un pueblo de principios del siglo XX. Llega un momento en el que vuelven a poner el ojo en el continente, un territorio que ofrece nuevas oportunidades pero también nuevas amenazas”.
La carretera también sirve como recuerdo de una de las normas más importantes de la isla: si alguien no vuelve de una misión en el continente, nadie tiene permitido volver a buscarle. No se permiten equipos de búsqueda ni rescates.
28 años después está en cines
La mujer de negro llega a los escenarios el 2 de julio en el Teatro Alcázar de Madrid.