En 2012 se anunció una nueva adaptación a la pantalla de la novela, y posterior obra teatral, de Susan Hill La mujer de negro, y todo el mundo sabía que se estaba hablando de material de primera. En 1989 se había estrenado una versión para televisión y ahora la legendaria Hammer Films confirmaba una adaptación al cine y a lo grande.
La historia gótica de fantasmas creada por la escritora inglesa, y publicada en 1983 para luego ser adaptada al teatro por Stephen Mallatratt en 1987 con enorme éxito (es la segunda obra más tiempo representada en el West End), bien se merecía a los mejores profesionales para saltar al cine.
El director elegido fue James Watkins, que acababa de sobrecoger a medio mundo con su primera película, la angustiosa y desoladora Eden Lake (2008) y ya muchos empezaban a considerarle un «alumno aventajado de Roman Polanski». La historia de una pareja que planea un fin de semana romántico de acampada cerca de un lago estaba protagonizada por dos nuevos rostros del cine británico, Michael Fassbender (ahora en las pantallas con El peor equipo del mundo) y Kelly Reilly.
En ese momento ella era más conocida que él, aunque el actor había estrenado también ese 2008 Hunger, la desgarradora película de Steve McQueen sobre el miembro del IRA Bobby Sands y su huelga de hambre en una prisión de máxima seguridad, que se había estrenado en el Festival de Cannes. En esa película Michael Fassbender tuvo que someterse a una estricta dieta bajo control médico y llamó, y mucho, la atención de la prensa internacional.
James Watkins lo tenía claro, Michael Fassbender era el actor perfecto para interpretar a Arthur Kipps, el joven abogado que viaja a un remoto pueblo de Inglaterra para vender la mansión Eel Marsh. En ese tétrico lugar habita el fantasma de La mujer de negro.
El proyecto se anunció en la prensa con Watkins y Fassbender nuevamente colaborando juntos tras Eden Lake, película que todavía mucha gente no había olvidado. Pero algo pasó y La mujer de negro terminó en manos de Daniel Radcliffe, en la que iba a ser la primera película del actor después de la franquicia de Harry Potter.
Luego se dijo que Radcliffe fue la primera elección del director, pero lo cierto es que no fue así. Otra cosa es que Fassbender prefiriese hacer Prometheus, que fue la película que estrenó ese 2012, o que la productora decidiese finalmente contratar a un actor mucho más popular, nada menos que a «Harry Potter» en su primera película «adulta».
Nadie ha dicho nada sobre este tema, así que nunca sabremos qué ocurrió realmente. Pero el círculo de esta historia se cerró cuando hace poco Radcliffe confesó que su modelo a seguir siempre ha sido Michael Fassbender.
«Inmediatamente después de Potter, mi verdadera preocupación era cómo demostrar que era un actor versátil, aunque debo decir que nunca hubo un gran plan para distanciarme del personaje. La pasión por el proyecto siempre fue mi máxima prioridad a la hora de tomar una decisión. También que no podía basar mis elecciones en lo que los fans esperasen. Por eso hice en teatro Equus. En ese sentido, sin él saberlo, Michael Fassbender siempre ha sido como un mentor para mí. Se lo dije a James Watkins durante el rodaje de La mujer de negro. Lo llamamos «la prueba Fassbender». Si alguna vez te piden que hagas algo, simplemente hazte una pregunta: ¿Lo haría Michael Fassbender?».
Bueno, La mujer de negro no la hizo Fassbender y él sí.