Robert Downey Jr. era el claro favorito para llevarse el Oscar como actor de reparto. Era su tercera nominación. La primera fue por interpretar a Charles Chaplin en el biopic dirigido en 1992 por Richard Attenborough y perdió el premio frente al ciego de Al Pacino en Esencia de mujer, que iba por su octava candidatura y ya se lo merecía.
Precisamente Pacino, de 84 años, entregó el último Oscar de la noche, mejor película para Oppenheimer, y lo hizo de una manera cuando menos curiosa.
La segunda nominación de Downey Jr. fue como secundario por la farsa Tropic Thunder (2008). Ese año ganó el premio Heath Ledger por su impresionante Joker de El caballero oscuro, pasando a la historia como el segundo actor premiado póstumamente tras Peter Finch en 1976. Fue también el año de Penélope Cruz, mejor actriz de reparto por Vicky Cristina Barcelona.
El Oscar a Robert Downey Jr. se lo entregaron ganadores de años pasados. Tim Robbins (Mystic River), Sam Rockwell (Tres anuncios en las afueras), Ke Huy Quan (Todo a la vez en todas partes), y los que tienen dos Oscar, Christoph Waltz (Malditos bastardos, Django desencadenado) y Mahershala Ali (Moonlight, Green Book), ganados además con muy pocos años de diferencia. Waltz en 2010 y 2013 y Ali en 2017 y 2019.
Pobre Mark Ruffalo de Pobres criaturas, porque se convierte en el actor vivo con más nominaciones en la categoría de Mejor Actor de Reparto sin Oscar. Esta es la cuarta tras Los chicos están bien (2011), Foxcatcher (2015) y Spotlight (2016).
Tim Robbins, imponente a sus 65 años, esta vez llegó tranquilo y sin ganas de guerra. En la ceremonia celebrada el 17 de febrero de 1993 presentó junto a la que entonces era su mujer, Susan Sarandon, el Oscar al mejor montaje y aprovecharon para denunciar la situación de los haitianos que estaban retenidos en Guantánamo por estar infectados del virus HIV. El productor de la gala, Gilbert Cates, declaró después que no los iba a volver a invitar. «Creo que es un ultraje venir a televisión para dar mensajes personales».