«Desconfío de la gente que da consejos», dijo Cate Blanchett (Melbourne, 1969) en la rueda de prensa multitudinaria, minutos antes de recoger el premio Donostia. Una vez de gala y en el escenario, la actriz recibió el premio en manos del cineasta Alfonso Cuarón, el hombre con dos Oscar al mejor director que ha dirigido a la actriz en su último trabajo, la miniserie Observada. El mexicano calificó a la homenajeada como «artista de su tiempo».
También estuvo Marta Etura para presentar el acto y, aunque en videoconferencia desde Venecia, su amigo George Clooney, que tuvo palabras muy bonitas para la actriz, entre otras que «el arte de Cate aumenta el legado de la interpretación». El actor empezó comparando a Blanchett con, nada menos, Marlon Brando, Montgomery Clift, Katharine Hepburn, Meryl Streep, Jack Nicholson y Robert De Niro y dijo estar «orgulloso de ser tu amigo». La actriz solo pudo sonreír y exclamar: ¡fucking George!
En su discurso de agradecimiento Blanchett empezó nombrando al presente Cuarón y luego se definió como «una mujer australiana que trabaja en el extranjero. Deseo saber, conocer qué significa ser humano. El mundo es un lugar enormemente incierto. Hay que ser humildes y decir «No sé». Esa incertidumbre me motiva».
En la rueda de prensa, Blanchett se pudo más «política», aunque no tanto como su predecesor en el premio. «Hay muchos conflictos y muchos abusos contra los derechos humanos, pero no creo que ninguna de estas cosas se vayan a resolver en una alfombra roja o por mis declaraciones. Son demasiado importantes». También habló de cine, sobre todo de un tipo determinado. «El cine independiente hoy es difícil de hacer. Antes era por financiación y ahora lo difícil es garantizar que encuentre su público. El riesgo es que nadie lo vea. Está en peligro». Y lo dice ella, que pasa sin despeinarse de Tár (2023) a Borderlands (2024).
Marta Etura en su discurso para presentar a la galardonada contó que Blanchett decidió dedicarse a la interpretación tras aparecer como extra en una película rodada en El Cairo. Esa película es Kaboria (1990) y ella aparecía como una «blonde cheerleader».
De Cate a Nevenka, la concejala de Hacienda del ayuntamiento de Ponferrada entre 1999 y 2000 que en 2001 denunció por acoso sexual al alcalde Ismael Álvarez, finalmente condenado. Soy Nevenka, película presentada en la sección oficial, recibió una tremenda ovación. Ahí estaban Itziar Bollaín, la directora, sus actores, Mireia Oriol y Urko Olazábal, y la verdadera protagonista de la historia, Nevenka Fernández. Un relato que la crítica ha definido como «escalofriante» y que «está bien contado». Se avecinan premios para este nuevo trabajo de denuncia de la directora Bollaín.
Cate Blanchett aprovechó su estancia en San Sebastián donde nos hemos desplazado con Renfe, tu tren para presentar Rumours, una sátira de los directores Evan y Galen Johnson y Guy Maddin sobre una reunión de los líderes mundiales del G-7 que acaba con todos ellos perdidos en el monte. Rumours es una gran broma, una parodia que se estrena en el Festival Fuera de Competición. En el reparto, el gran Denis Ménochet, Charles Dance y una breve Alicia Vikander. Blanchett interpreta a la canciller alemana.