Acaba de cumplir 65 años y fue una de las más grandes estrellas de la década de 1990. Aunque Andie no empezó bien cuando en su primera película, Greystoke (1984), fue doblada por Glenn Close porque su fuerte acento del sur la delataba (nació en Carolina del Sur). Menudo disgusto… que duró poco porque en 1989 la cinta independiente Sexo, mentiras y cintas de vídeo la convirtió en una estrella y en la actriz del momento. Luego llegaron Matrimonio de conveniencia (1990), Atrapado en el tiempo (1993), Vidas cruzadas (1993) y Cuatro bodas y un funeral (1994), una sucesión de éxitos que culminó con la excelente Las flores de Harrison (2000) en una sobresaliente interpretación como la mujer de un periodista atrapada en plena guerra en Yugoslavia.
Andie se casó en 1986 con el modelo Paul Qualley y tuvo tres hijos. Dos de ellos, Rainey y Margaret, son actrices y, sobre todo la segunda, está pegando tan fuerte que puede que supere a su madre.
Margaret empezó siendo «la hija pequeña de Andie MacDowell que quería ser actriz». Ahora es la actriz a secas. La serie La asistenta (The Maid) (2021) marcó el camino. Luego fue elegida por Ethan Coen como protagonista de su primera película como director en solitario, sin la participación de su hermano Joel, Drive-Away Dolls (Dos chicas a la fuga) y el griego Yorgos Lanthimos ha caído rendido a su talento y la ha fichado para sus dos últimos proyectos, Pobres criaturas (Poor Things) y Kinds of Kindness (en la foto con Willem Dafoe, estreno 28 de junio).
En The Substance, Margaret comparte pantalla con Demi Moore en una historia feminista y sangrienta que revolucionó Cannes.
En Blue Moon, de Richard Linklater, la actriz se rodea de Ethan Hawke y Andrew Scott para contarnos la historia de Lorenz Hart, el famoso letrista que junto con Richard Rodgers creó obras como Palm Joey, Jumbo, Babes in Arms y A Connecticut Yankee.
En Huntington tenemos a una pareja de moda, ella y Glen Powell, acompañados por Ed Harris y Topher Grace, en lo que se presenta como un remake del clásico Ocho sentencias de muerte (1949).
Y en Honey Don’t!, vuelve con Ethan Coen y su serie de películas lésbicas de serie B que comenzó con Dos chicas a la fuga.