Ya era hora que el cine español, tan preocupado siempre por los etarras arrepentidos, por el perdón de las víctimas y por los tormentos que perturban a los asesinos de ETA, se ocupara del otro lado.
Un fantasma en la batalla está inspirada en las vidas y experiencias de varios miembros de la Guardia Civil directamente involucrados en la lucha antiterrorista y cimentada en el contexto histórico, político y social de los años 90 y los 2000. Cuenta la historia de Amaia, una joven guardia civil que permanece más de una década trabajando como agente encubierta dentro de ETA, con el objetivo de localizar los zulos que la banda tenía escondidos en el sur de Francia.
Dirigida por Agustín Díaz Yanes, protagonizada por Susana Abaitua, Andrés Gertrúdix, Iraia Elias, Raúl Arévalo y Ariadna Gil y producida por Belén Atienza, Sandra Hermida y J.A. Bayona, con Netflix detrás del proyecto, la película representa la vuelta a la dirección de Díaz Yanes. El último largometraje del cineasta fue Oro (2017), que era su quinto trabajo tras Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto (1995), Sin noticias de Dios (2001), Alatriste (2006) y Sólo quiero caminar (2008).
«Hace unos cinco años Belén Atienza me propuso que escribiera una historia sobre ETA. Meses después le entregué una primera versión de un guion que contaba la historia de una agente encubierta de la Guardia Civil, un personaje basado en las diferentes historias y experiencias de varios topos -mujeres y hombres- que la Guardia Civil consiguió incrustar en ETA. Belén me pidió que la historia fuera algo más que un thriller y, según van avanzando los días, tengo cada vez más claro que Un fantasma en la batalla no va a tratar solo de la vida azarosa de sus protagonistas, también espero que se sientan las vidas no vividas (como diría Javier Marías), las vidas que pudieron ser y no fueron de todos sus personajes”, ha comentado Díaz Yanes, también guionista de la película, durante la primera jornada de rodaje.
“Es un privilegio para nosotros volver a trabajar con el gran Díaz Yanes que, en la mejor tradición del thriller político europeo, ha construido una fascinante historia de suspense situada en el contexto de una década fundamental en la lucha contra ETA y en la que la violencia de la banda tuvo un fuerte impacto en la sociedad española”, asegura Belén Atienza.
“Agustín Díaz Yanes no es solo una de las figuras más importantes del cine español, sino también un testigo de excepción de la reciente historia de nuestro país. Desde nuestras primeras conversaciones sobre Un fantasma en la batalla, me asombró el profundo conocimiento sobre los hechos que relata su guion. Estoy deseando que el cine español vuelva a disfrutar de uno de sus mejores directores, que se enfrenta con solidez y de forma apasionante al reto de abordar un tema tan delicado, complejo y trascendente como es el conflicto armado vasco”, termina J.A. Bayona.
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