“¿Quién iba a pensar que nuestra juventud quedaba tan lejos? ¿Por qué no nos avisó nadie?”. Con estas sentidas palabras nos avisa el actor Ewan McGregor que ya tiene 51 años, que ya no es el joven de apenas 23 que protagonizó Tumba abierta (1994), su segunda película y decisiva en su carrera (dos años después llegaría Trainspotting).
Pero él sigue en la primera línea y ahora se prepara para interpretar a George Mallory (1886-1924) el escalador británico que formó parte de las tres primeras expediciones al Everest y desapareció en la montaña. Su cuerpo no fue encontrado hasta 1999.
Everest, como se llama por ahora la película (lo cambiarán, porque así se titulaba la de Baltasar Kormákur de 2015), estuvo en manos durante un tiempo del actor Tom Hardy, pero se retiró del proyecto y pasó a McGregor.
Su director será Doug Liman, amigo de Tom Cruise, con el que ha hecho varias películas (Al filo del mañana, Barry Seal), y que lleva tiempo queriendo dirigir un remake de Los locos de Cannonball (1981). A Liman le gusta arriesgar (ahí están The Wall, película construida con sólo dos soldados acorralados por un francotirador, o Confinados, con Chiwetel Ejiofor y Anne Hathaway, película que se rodó en solo 18 días durante la pandemia) pero con Everest será más “convencional”.
Además de McGregor, estarán en Everest la actriz Juno Temple, Mark Strong y San Heughan, de la serie Outlander. La película está basada en la novela Paths of Glory, de Jeffrey Archer, el único autor del Reino Unido que ha sido número uno en ventas de ficción (veinte veces), cuentos (cuatro veces) y no ficción (Diarios de la prisión, sobre los cuatro años que pasó en la cárcel acusado de un delito de perjurio).
