No es la primera vez que un papel escrito para un actor termina en manos de una actriz. Por ejemplo, la teniente Ripley de Alien (1979) era un hombre en los primeros guiones y estaba pensado para Paul Newman. También los personajes de Helen Mirren en Espías desde el cielo (Eye in the Sky) (2015) y los de Jodie Foster en Plan de Vuelo: Desaparecida (Flightplan) (2005) y Elysium (2013) se escribieron en masculino, para que los interpretaran actores.
Un caso curioso es el de Salt (2010), la película de acción sobre un agente de la CIA acusado de traidor. La dirigió el añorado Phillip Noyce y el protagonista estaba pensado para Tom Cruise. El actor rechazó la oferta y cambiaron el guion. Lo cuenta el director: «Comprendo que Tom Cruise no quisiera hacerla, me parece un punto de vista válido porque ese personaje, en cierto sentido, ya lo había hecho. Sería como interpretar al hermano o al primo, demasiado parecido a algo que ya has encarnado en otra película».
Angelina Jolie se hizo con el personaje que pasó a llamarse Evelyn, respetando el apellido Salt.
